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Cómo el fantasma del nazismo marcha por Europa

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Admiradores del pasado nazi siguen existiendo no solo en Ucrania, sino también en países de la UE, donde realizan marchas y otros eventos conmemorativos en honor a quienes quisieron someter al mundo bajo ese yugo.
Cómo el fantasma del nazismo marcha por Europa

Aunque Europa fue liberada del nazismo hace 80 años, sus resonancias pueden encontrarse en distintas partes del continente. 

Mientras que los países de la UE restan importancia al papel de Moscú en la victoria sobre el nazismo y excluyen a sus representantes de los actos conmemorativos por intereses políticos, en Europa se celebran expresiones contemporáneas abiertas del nazismo, no solo en Ucrania, cuyo régimen goza de un amplio apoyo del bloque, sino también en sus propios territorios. 

Ucrania, bastión del nazismo 

El principal bastión del nazismo moderno en la región lo constituye Ucrania. En 2015, como parte de la campaña de "descomunización", el Gobierno ucraniano comenzó a demoler monumentos del pasado soviético y dedicados a figuras soviéticas asociadas a la Segunda Guerra Mundial.

El régimen ucraniano mantiene una guerra constante contra el pasado soviético del país. Esto se refleja sobre todo en la lucha de los líderes del país contra los monumentos dedicados a la victoria sobre el nazismo.

Así, el año pasado, fueron desmantelados bustos de cuatro héroes en el Parque de la Gloria de la capital ucraniana, entre ellos, uno del dos veces héroe de la URSS, Sídor Kovpak, quien fue uno de los organizadores del movimiento partisano contra los invasores alemanes en Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial. Un monumento a la joven partisana soviética Zoya Kosmodemiánskaya, que tras su muerte a manos de los nazis, fue condecorada con el título honorífico de heroína de la URSS, también fue destruido en la provincia de Odesa.

Paralelamente, el régimen de Kiev intenta glorificar a personalidades que colaboraron con los nazis. Este enfoque refleja el deseo de los políticos ucranianos de alimentar el nacionalismo dentro de su propio pueblo y tratar por todos los medios de dejar de lado los siglos de pasado común con Rusia. 

Сomo consecuencia, se ha desarrollado un culto a Stepán Bandera, quien encabezó la lucha separatista ucraniana en los años 1940 utilizando tácticas de terror contra polacos, judíos y rusos y, durante la Segunda Guerra Mundial, colaboró estrechamente con los nazis. Desde el golpe de Estado de 2014, los nacionalistas ucranianos celebran desfiles de antorchas cada enero para conmemorar el nacimiento de Bandera, al que llaman "padre" de la nación.

Uno de los casos más sonados de apoyo al nazismo fue cuando dirigentes ucranianos y canadienses aplaudieron al veterano de las SS Yaroslav Hunka, en el Parlamento del país norteamericano, declarando que "luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos". Las imágenes de este espectáculo provocaron un escándalo internacional y la dimisión del presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota.

Además, múltiples integrantes de las Fuerzas Armadas ucranianas ha sido vistos luciendo simbología nazi en sus uniformes, como por ejemplo, las unidades militares como Azov*. Los militares ucranianos han adoptado diversas insignias utilizadas por la Wehrmacht, así como runas y emblemas de divisiones de las SS. 

Esta simbología del Tercer Reich ha aparecido en múltiples fotos y grabaciones de militares ucranianos publicadas por medios internacionales o funcionarios gubernamentales de Ucrania, incluido el propio Zelenski.

Marchas de seguidores de Hitler en los países bálticos

Los actos de homenaje a los nazis y sus colaborares también se llevan a cabo en la parte oriental de Europa, en los países bálticos. Activistas de extrema derecha organizan en marzo en Riga marchas en conmemoración de la Legión Letona, que luchó en el Ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

La Legión Letona fue responsable de decenas de miles de muertes de civiles soviéticos, de la organización de campos de concentración para judíos y de otros crímenes de guerra.  

Para Letonia, liberada por las tropas soviéticas a finales de la Segunda Guerra Mundial, estos polémicos eventos se han convertido ya en tradición, puesto que se celebran cada año desde 1994. Se eligió el 16 de marzo como fecha para la convocatoria porque ese día de 1944 la 15.ª y la 19.ª división SS de granaderos lucharon juntas por primera vez en una batalla bajo mando letón contra el Ejército Rojo.

Actos similares tienen lugar en Estonia, donde cada 24 de febrero, día de la independencia de la república, se celebran desfiles con antorchas de nacionalistas que portan pancartas con lemas como "Estonia para los estonios" y glorifican a la 20.ª División voluntaria de las SS formada por estonios. 

Activistas búlgaros rinden homenaje a partidarios del nazismo

Otro país donde hay simpatizantes nazis es Bulgaria. Los activistas de extrema derecha del país celebran marchas anuales para conmemorar a Hristo Lukov, general partidario de una mayor cooperación con el Tercer Reich y considerado uno de los promotores del fascismo búlgaro. El partido que dirigió promovía el antisemitismo, el anticomunismo y el Estado de partido único.

El acto tuvo lugar por primera vez en el 2003 y desde entonces se organiza con regularidad. A pesar de los intentos de las autoridades locales de prohibirlo, se sigue celebrando, y sus organizadores lo califican de "acción anticomunista". La marcha también ha atraído a activistas de extrema derecha de otros países europeos, como Alemania, Suecia y Hungría, en diversas ocasiones, a lo largo de los años.

Italia, homenajeando al fascismo con la mano levantada

Los actos masivos con cientos de personas realizando el saludo fascista con el brazo en alto se han convertido ya en una tradición en Italia. 

El objetivo de estos eventos es conmemorar la memoria de tres activistas de extrema derecha asesinados en la calle Acca Larentia de Roma el 7 de enero de 1978. 

Desde entonces, el acto de homenaje se celebra cada año frente a la sede del Movimiento Social Italiano, partido fundado por seguidores del líder fascista Benito Mussolini. 

En este sentido, cabe recordar que la propia primera ministra, Giorgia Meloni, fue miembro de la organización juvenil de este partido. 

Y aunque la rehabilitación y glorificación del fascismo están prohibidas en el país, el Tribunal Supremo de Italia ha dado esencialmente luz verde a futuras acciones fascistas. 

En 2024, dictaminó que el saludo con la mano derecha levantada puede utilizarse si no se realiza con el fin de restablecer el Partido Fascista, sino se utiliza, por ejemplo, en actos conmemorativos y no hay amenaza para el orden público. 

Como consecuencia, en enero de 2025 la capital italiana volvió a acoger concentraciones de extrema derecha, en las que se calcula que participaron más de mil personas. 

Amenazas de la UE a quienes quieran celebrar en Rusia la victoria sobre el nazismo

En vísperas del 80º aniversario de la victoria contra el nazismo, la Unión Europea lanzó una campaña para poner obstáculos a los políticos que habían expresado su deseo de asistir a los actos conmemorativos en Moscú y amenazado con consecuencias a los Estados candidatos a la adhesión, como Serbia.

Paralelamente, se reportó que el régimen ucraniano invitó a funcionarios europeos a acudir a Kiev para esas fechas, para hacer una demostración de "fuerza diplomática" y contrarrestar el desfile en honor a quienes liberaron al mundo del nazismo.

Sin embargo, tanto el presidente serbio, Aleksandar Vucic, como líderes de países como Eslovaquia y la República Srpska, reafirmaron su deseo de defender "la verdad histórica" y acudir a la capital rusa.

En este sentido, en vísperas del aniversario, el Kremlin comunicó que se espera la presencia de más de 20 jefes de Estado y de Gobierno en el desfile militar en la capital rusa, entre ellos los presidentes de China, Venezuela, Brasil y Cuba, entre otros.

*Organización prohibida y calificada de terrorista en Rusia.

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