Ataque al embajador de la UE y cientos de muertos: otra violenta jornada en Sudán
El embajador de la Unión Europea en Sudán fue "asaltado en su propia residencia" en medio de los incesantes enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas del país y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), denunció este lunes el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
El principal diplomático del bloque denunció que se trata de "una grave violación de la Convención de Viena". "La seguridad de las instalaciones y del personal diplomáticos es una responsabilidad primordial de las autoridades sudanesas y una obligación en virtud del derecho internacional", manifestó Borrell en su cuenta oficial de Twitter.
En su publicación, el alto cargo no proporcionó detalles adicionales sobre el incidente, ni informó si el embajador Aidan O'Hara, un diplomático irlandés, resultó lesionado. Tampoco especificó quién estuvo detrás del asalto a la casa de O'Hara, ubicada en Jartum, la capital del país.
Por su parte, la portavoz de la UE, Nabila Massrali, dijo al comentar el suceso que el embajador se encontraba "bien" después del ataque. "La seguridad del personal es nuestra prioridad. La delegación de la UE no ha sido evacuada. Se están evaluando las medidas de seguridad", añadió Massrali.
La información fue confirmada por el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Micheál Martin, quien indicó que el diplomático no resultó "gravemente herido" en el asalto. Según sus palabras, O'Hara fue víctima de "una grave violación de las obligaciones de proteger a los diplomáticos". "Le agradecemos su servicio y pedimos un cese urgente de la violencia en Sudán y la reanudación del diálogo", sostuvo.
Previamente, Borrell ya había asegurado que la UE "está trabajando para persuadir a cada parte de considerar una pausa humanitaria y fomentar el diálogo". Los civiles "necesitan urgentemente un alto el fuego", insistió en una publicación en sus redes sociales.
Otro ataque fue para EE.UU.
Esta misma jornada, Al-Arabiya informó, citando a sus fuentes, que un vehículo blindado de la Embajada de Estados Unidos también fue atacado en Sudán. Según el reporte, los combatientes de las Fuerzas de Apoyo Rápido abrieron fuego contra el vehículo de manera intencional, disparándole unas 100 balas. El medio precisó que el ataque no dejó heridos.
Desde la Casa Blanca se instó a los líderes militares de Sudán a poner fin a las hostilidades de "inmediato". "Deploramos la escalada de violencia fuera de Jartum y en otras partes de Sudán. Hacemos un llamado a un alto el fuego inmediato y sin condiciones entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido", comunicó la institución, señalando que funcionarios estadounidenses están en contacto con los dirigentes de ambos bandos para intentar restaurar la paz.
Al mismo tiempo, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, precisó que EE.UU. no planea llevar a cabo una evacuación de sus funcionarios en el país africano por causa de la incierta situación de seguridad en Jartum y el cierre del aeropuerto. "Instamos a los ciudadanos estadounidenses en Sudán a que traten esta situación con la mayor seriedad", agregó.
Centenares de muertos y heridos
Los combates que estallaron este mes entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar RSF han causado la muerte de al menos 185 personas y dejado heridas a otras 1.800, según informó Volker Perthes, representante especial del secretario general de la ONU para Sudán y jefe de la Misión Integrada de Asistencia para la Transición en Sudán (UNITAMS).
"La lucha continúa casi sin interrupción", explicó Perthers. "Me he esforzado en convencer a los líderes de ambos lados de que suspendan el fuego durante una pausa humanitaria, por unas horas, para que los sudaneses puedan ir a lugares más seguros o conseguir suministros para el Ramadán o acudir a los hospitales", agregó.
Sin embargo, a pesar de haber acordado un alto el fuego humanitario de tres horas el domingo y el lunes, los combates se reanudaron antes del final de la pausa. Ninguna de las dos partes "nos dan la impresión de que quieran una mediación de inmediato", indicó el funcionario. "Más bien, están llamando al otro lado a rendirse o disolverse", lamentó.
Entre los fallecidos se encuentran tres empleados del Programa Mundial de Alimentos (PMA), perteneciente a la ONU, que perdieron la vida durante los enfrentamientos que se registraron este sábado en Kabkabiya (Darfur del Norte) mientras ejercían sus funciones. "No podemos cumplir cuando nuestro personal es atacado y sus oficinas son destruidas y saqueadas y las residencias están en llamas", dijo Perthers.
Qué pasa en Sudán?
Una serie de enfrentamientos armados entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido estalló a mediados de este mes en Jartum, la capital de Sudán, y en otras ciudades cercanas. El conflicto entre ambas partes se intensificó a raíz de una serie de desencuentros relativos a cuestiones de seguridad y de la reforma militar.
En la madrugada de este martes, el portavoz del Ejército sudanés, Nabil Abdullah, afirmó que su país está experimentando un golpe de Estado que busca entregarle el poder a las Fuerzas de Apoyo Rápido. Frente a esa situación, el vocero ofreció a los integrantes del grupo paramilitar deponer las armas. Por su parte, el comandante del Ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, prometió que todos aquellos que se rindan serán indultados.
Las tensiones entre el Ejército y las RSF, que han ido en aumento en los últimos meses, obligaron a retrasar la firma de un acuerdo con los partidos políticos para reactivar la transición democrática del país, medida que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional. Las discrepancias habrían surgido en torno a cómo el grupo paramilitar debería integrarse en las FF.AA. y qué autoridad tendría que supervisar dicho proceso. Esta es una condición clave del acuerdo de transición en Sudán, aún no suscrito.
El derrocamiento en 2019 del Gobierno del presidente Omar al-Bashir se halla en el origen del conflicto. Bajo su mandato, la fuerza paramilitar surgió de las antiguas milicias conocidas como yanyauid, que llevaron a cabo una brutal represión en la zona de Darfur durante varias décadas de conflicto.