Presidente surcoreano: Japón no debe "arrodillarse" por lo que ocurrió hace 100 años
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha reafirmado su compromiso de impulsar las relaciones con Japón durante una entrevista con The Washington Post.
"No puedo aceptar la idea de que, debido a lo ocurrido hace 100 años, algo sea absolutamente imposible [de hacer] y que ellos [los japoneses] deben arrodillarse [para pedir perdón] debido a nuestra historia de hace 100 años. Este es un problema que requiere una decisión. En términos de persuasión, creo que hice lo mejor que pude", dijo Yoon, refiriéndose al gobierno colonial japonés en Corea entre 1910 y 1945 durante el cual se cometieron una serie de delitos, que incluyeron numerosos casos de esclavitud sexual y trabajos forzados para los coreanos.
"Europa ha experimentado varias guerras durante los últimos 100 años y, a pesar de eso, los países en guerra han encontrado formas de cooperar para el futuro", agregó.
Asimismo, el mandatario surcoreano indicó que las preocupaciones de seguridad de Seúl eran demasiado urgentes como para retrasar la cooperación con Tokio y agregó que los críticos nunca estarán convencidos de su decisión.
Ambos países han tenido una relación difícil por sus disputas territoriales e históricas no resueltas derivadas de la ocupación colonial japonesa de la península.
Por su parte, Yoon ha buscado mejorar las relaciones con el país vecino, proponiendo un reembolso de terceros como una solución a la disputa de larga data sobre la compensación a las víctimas del trabajo forzado por parte de Japón durante su ocupación. La propuesta, que implica que empresas surcoreanas contribuyan a un fondo de compensación sin pedirle contribuciones a Tokio, ha sido objeto de fuertes críticas por la mayoría del público local.
El mes pasado, Yoon y su homólogo japonés Fumio Kishida mantuvieron el primer encuentro en 12 años entre líderes de Japón y Corea del Sur, en el que los mandatarios acordaron reanudar las negociaciones bilaterales en el ámbito de la seguridad y defender el orden internacional basado en reglas.