Musk demanda a un bufete por cobrar a Twitter una "bonificación inapropiada" horas antes de su desembarco en la red
Elon Musk ha presentado en EE.UU. una demanda contra el bufete de abogados Wachtell, Lipton, Rosen & Katz para recuperar cierta cantidad de los 90 millones de dólares pagados por Twitter, la mayor parte de los cuales se transfirieron horas antes de que el magnate tomara el control de la red social.
Los abogados ayudaron a la junta directiva saliente a cerrar la compra por valor de 44.000 millones de dólares en 2022, mientras Musk trataba de retirarse del acuerdo preliminar. Según la denuncia de X Corp., la empresa propietaria de Twitter, el monto de 90 millones de dólares representó el 10 % de los ingresos brutos del bufete en 2022.
En la demanda, X Corp. alega que Wachtell Lipton intentó "alterar fundamentalmente su acuerdo" con Twitter que establecía los honorarios por los servicios jurídicos y quiso obtener "un pago de bonificación inapropiado en violación de sus obligaciones fiduciarias y éticas con su cliente". Además, asegura que la firma de abogados "explotó a un cliente corporativo que quedó desprotegido por los fiduciarios salientes que habían perdido su motivación para actuar en el mejor interés de Twitter", recoge Financial Times.
Musk lanzó su operación de compra de la plataforma en abril de 2022 y luego intentó abandonar el trato, tras asegurar que la compañía había engañado a los inversores y reguladores sobre la cantidad de cuentas falsas y seguridad cibernética. Frente a ello, Twitter interpuso una demanda para obligar a Musk a cerrar el trato, contratando los servicios de Wachtell Lipton para librar la batalla legal.
Así, semanas antes de la fecha designada para enfrentarse en una corte de Delaware, Musk afirmó que completaría la adquisición al precio previamente acordado, si la operadora de la red abandona sus acciones legales.
La suma de 90 millones de dólares sorprendió a una integrante de la junta directiva de Twitter, Martha Lane Fox, quien reaccionó ante la necesidad de asumir el gasto con un mensaje emocional dirigido a un asesor general de la compañía: "¡Oh, Dios mío!", según recoge la denuncia. Sin embargo, todos los miembros de la junta de Twitter aprobaron la transferencia. La decisión se tomó a pesar de que Musk exigió ese mismo día que la administración saliente "suspendiera todos los pagos salientes a terceros en previsión de la inminente fusión".
Ahora el magnate y fundador de Tesla, SpaceX y The Boring Company pide una restitución y acusa a Wachtell Lipton de incumplir su deber fiduciario con la junta directiva de Twitter y de contribuir al incumplimiento del deber fiduciario por parte de los propios directores salientes.
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