Seúl espera "algún tipo de zanahoria" por ceder a las exigencias de EE.UU. sobre China

Corea del Sur está buscando incentivos de EE.UU. para animarse a cumplir las restricciones adicionales a las exportaciones de semiconductores a China, declaró el ministro surcoreano de Comercio, Cheong Inkyo, a la agencia de noticias Bloomberg.

"Para los países o empresas que intentan cumplir con EE.UU. de buena fe, debería haber algún tipo de zanahoria", dijo el ministro, en su primera entrevista con medios desde que asumió el cargo en enero. "Eso ayudaría a que la política de EE.UU. fuera aceptada más fácilmente", añadió.

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Según el ministro, Corea del Sur actualmente es incapaz de suministrar a China los equipos de fabricación de chips necesarios para la tecnología de nueva generación. En este sentido, subrayó que, para seguir cumpliendo los requisitos de EE.UU., el país asiático tendrá que encontrar la manera de reducir el impacto de tales medidas en el negocio de sus empresas. Al mismo tiempo, no especificó con qué incentivos cuenta Seúl por parte de EE.UU.

Enfrentamiento tecnológico

Estados Unidos ha restringido hace tiempo el suministro de chips de alto rendimiento y el equipo para fabricarlos a China, en un esfuerzo por impedir el auge tecnológico del gigante asiático, y presiona constantemente a sus aliados para que hagan lo mismo. Según Bloomberg, las empresas tecnológicas surcoreanas han dependido durante mucho tiempo de la tecnología proporcionada por Estados Unidos y sus aliados, razón por la cual se enfrentan a una posible prohibición de exportar a China chips novedosos, incluida la memoria de gran ancho de banda utilizada para entrenar la inteligencia artificial.

Cabe señalar que Corea del Sur tiene un historial de concesiones de EE.UU. en sus operaciones tecnológicas con China. Así, el año pasado Washington concedió a las empresas Samsung Electronics Co. y SK hynix Inc permisos indefinidos para suministrar equipos a sus fábricas de chips en China. Además, las autoridades surcoreanas señalaron que las negociaciones con EE.UU. también han permitido a los fabricantes de chips mantener en gran medida la rentabilidad, a pesar de romper relaciones con organizaciones que inquietan a Washington.