
Lo que México arriesga en la cuenta atrás de la 'tregua' con Trump

Quedan menos de 24 horas para que expire el plazo de la suspensión de un mes de los aranceles del 25 % que la administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, impondría a México.
La primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se ha enfrentado en las últimas semanas, y lo hará previsiblemente durante todo su mandato, al reto de lidiar con la nueva ruta política estadounidense, claramente hostil hacia México.
Hace un mes consiguió ganar una pequeña batalla con la suspensión de la imposición arancelaria durante un mes, y en los últimos días los esfuerzos se han multiplicado para conseguir un nuevo cambio de postura en su homólogo en la Casa Blanca.
La lucha contra el fentanilo como escusa
Trump dejó muy claro dos de sus prioridades desde el inicio de este nuevo mandato: la lucha contra la inmigración irregular y el combate al narcotráfico, especialmente al fentanilo, el opiáceo 50 veces más potente que la heroína que ha propiciado una epidemia con centenares de miles de muertes por sobredosis en EE.UU.
"Hay que tener temple, serenidad y paciencia. Cualquiera que sea la desición tenemos plan A, plan B, plan, C", asegura Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) sobre la posibilidad de la aplicación del 25% de aranceles a productos mexicanos por parte de EU. pic.twitter.com/DR0zE95O9l
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) March 3, 2025
Precisamente, Sheinbaum logró la pausa arancelaria después de comprometerse a desplegar 10.000 efectivos de la Guardia Nacional en su frontera norte, para frenar la migración irregular y el tráfico de drogas.
Asimismo, la mandataria afirmó este mismo lunes: "En esto hay que tener temple, serenidad y paciencia. Tenemos 'plan A', 'plan B' y 'plan C'. Vamos a esperar el día de hoy", lo que da idea de que está preparada ante la posibilidad de tener que lidiar con la incertidumbre introducida por su homólogo del norte.
Un día antes, Sheinbaum daba un discurso reivindicando la soberanía de su país, como ha estado haciendo durante las últimas semanas: "México es un gran país, somos un país libre, independiente y soberano, y que a México en cualquier lugar del mundo se le respeta, porque aquí pedimos ser tratados como iguales. Por eso siempre he dicho: cooperación, coordinación, sí. ¡Subordinación, nunca!", afirmó durante un acto en Colima.
Cada vez pasa menos fentanilo de México a Estados Unidos pero si aún así el presidente Donald Trump quiere imponer aranceles, será su decisión: presidenta Claudia Sheinbaum. pic.twitter.com/4BNkASv4K9
— JorgeArmandoRocha (@JorgeArmandoR_) March 3, 2025
Además, la presidenta mexicana exhibió este lunes una prueba contundente de la implicación de las autoridades de su país en el combate con el tráfico de fentanilo: una reducción de las incautaciones en EE.UU. del 48,94 % entre los meses de octubre y enero.
Entrega histórica de decenas de líderes del narcotráfico
En el marco de esa lucha contra el narcotráfico la semana pasada se produjo la entrega histórica de 29 líderes del crimen organizado mexicano. Entre ellos se encuentran Rafael Caro Quintero, quien fue líder del Cártel de Guadalajara y se había solicitado su extradición hace 40 años; los líderes de los Zetas, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales; y Antonio Oseguera, hermano de 'El Mencho', líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.

La extradición masiva se produjo, precisamente cuando el Gabinete de Seguridad mexicano se reunía con sus homólogos en Washington, durante los últimos intentos de negociar una nueva suspensión de la medida impositiva contra las importaciones.
Ahora, la pregunta es si ese gesto logrará aplacar a la administración Trump o si seguirá tensando la cuerda y hasta donde podría llegar la colaboración del Gobierno de México.
Una de las amenazas que sobrevuela desde que el mandatario estadounidense tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero es si tendría la osadía de atacar militarmente a los cárteles de la droga en suelo mexicano.
Los rumores sobre una posible intervención unilateral se han acrecentado en los últimos tiempos, sobre todo después de que seis cárteles fueran designados como organizaciones terroristas por las autoridades de EE.UU.
Las declaraciones en este sentido se han ido sucediendo. Elon Musk, que se ha configurado como el principal asesor de Trump en la Casa Blanca, habló sobre la viabilidad de un ataque de este tipo. El asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, sostuvo recientemente que su país "va a desatar el infierno sobre los cárteles", mientras que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, dijo que "todas las opciones están sobre la mesa".

Además, la presencia de drones de inteligencia estadounidense sobrevolando territorio mexicano señalarían la posibilidad de que Washington pudiera estar preparando una operación militar.
¿Una piedra en el camino de la seguridad nacional?
Tanto la posibilidad de una incursión militar unilateral como una cooperación bilateral basada en acciones como la entrega de las tres decenas de líderes del narco de la semana pasada podrían tener consecuencias no deseadas.
En el caso de que una operación militar tuviera como resultado bajas civiles, se podría generar una enorme reacción en contra tanto a nivel social como político, que podría dificultar cualquier otra colaboración en materia de seguridad.

La economía mantiene el aliento
Pero los retos que abre la batalla arancelaria no se restringen a la lucha contra la criminalidad sino que abren un abanico de incertidumbres a nivel empresarial y laboral.
Las negociaciones salariales se han postergado en muchas empresas de rubros dedicados a la exportación, informa El Universal, hasta que exista mayor certeza sobre en qué cristalizará la cruzada emprendida por Trump.
El proceso de revisión de los contratos de trabajo colectivos, que suele involucrar al 60 % del total cada primer trimestre del año, se ha visto afectado tanto por la amenaza arancelaria, como por la probable revisión anticipada del Tratado de Libre Comercio entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC), también bajo la lupa de la Administración Trump.
Así, desde que Trump se instaló de nuevo en la Casa Blanca, se ha constatado una disminución de los aumentos salariales, que apenas palia el aumento de la inflación.
Los sectores en los que la inseguridad es mayor, los más dependientes de las exportaciones, son el automotriz, la industria del acero o el ámbito energético, entre otros.
De fondo, algo que Trump ha reconocido en diferentes ocasiones, aunque tras los focos puestos en la inmigración y el narcotráfico, se encuentra el deseo del presidente de potenciar la industria de su propio país, de revertir deslocalizaciones y de revertir su balanza comercial. Así han sido muchas las veces en que se ha quejado de que otras naciones les compran poco.
Las otras consecuencias económicas se sufrirán a los dos lados de la frontera. En EE.UU. se vislumbra un aumento inflacionista, puesto que los aranceles los pagarán los compradores provocando un aumento de precios de los productos importados, algunos de primera necesidad. Al sur de la frontera ese encarecimiento se puede traducir en una disminución de las ventas y, por lo tanto, en recortes de plantillas, aumento del paro y disminución de los salarios.
El reto al que se enfrenta el Gobierno de Claudia Sheinbaum es convencer a Washington de que México no es el enemigo y que la colaboración es la mejor forma de alcanzar los objetivos comunes.
Un duro desafío, toda vez que son casi diarias las amenazas del Gobierno republicano sobre tomar todo tipo de represalias si México no actúa según su criterio en las cuestiones transfronterizas.
El último en pronunciarse sobre los aranceles ha sido el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, quien el domingo afirmó que los aranceles se implementarían el martes de esta semana, a pesar de señalar que México estaba haciendo un "trabajo razonable" contra el fentanilo, en declaraciones a Fox News recogidas por La Jornada.