
Musk: "A Starlink no se le permite operar en Sudáfrica porque no soy negro"

El magnate estadounidense Elon Musk ha afirmado que su servicio de Internet por satélite, Starlink, no puede operar en Sudáfrica debido a su raza. Sin embargo, las autoridades sudafricanas han rechazado estas acusaciones, argumentando que el problema se centra en el cumplimiento de las leyes locales y no en el color de la piel de Musk.
"A Starlink no se le permite operar en Sudáfrica porque no soy negro", escribió Musk en la red social X, en respuesta a un empresario sudafricano que afirmó que el país ha aprobado 140 "leyes basadas en la raza" que afectan a personas blancas. Musk, nacido en la ciudad de Pretoria y con nacionalidades sudafricana, estadounidense y canadiense, hizo estas declaraciones en el contexto de un debate sobre las políticas de inclusión racial en el país africano.

Por su parte, Clayson Monyela, portavoz del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, desestimó rápidamente las afirmaciones de Musk. "Señor, ¡eso no es cierto y usted lo sabe! No tiene nada que ver con el color de su piel", escribió Monyela en X, añadiendo que Starlink es bienvenido a operar en Sudáfrica "siempre que cumpla con la legislación local".
El legado del 'apartheid'
A principios de febrero, el Financial Times informó que la coalición gobernante en Sudáfrica estaba dividida respecto al lanzamiento de Starlink en el país. Las leyes sudafricanas, diseñadas para abordar las desigualdades raciales heredadas del 'apartheid', exigen a las empresas de telecomunicaciones extranjeras que un 30 % de la propiedad sea de "personas de grupos históricamente desfavorecidos". Starlink, una filial de SpaceX de Musk, no cotiza públicamente, lo que complica su cumplimiento.
Según medios sudafricanos, el año pasado, la empresa matriz de Starlink envió una carta al regulador sudafricano de telecomunicaciones ICASA, describiendo el requisito del 30 % de participación accionarial como una "barrera significativa" para la inversión.
Además, el mes pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con cortar la ayuda a Sudáfrica, acusando al país de unirse a Irán y condenando su demanda ante la Corte Internacional de Justicia, que alegaba que Israel estaba cometiendo genocidio en Gaza. Trump también criticó la reforma agraria en Sudáfrica, acusando al Gobierno de "confiscar tierras y tratar muy mal a ciertas clases de personas", lo que ha sido negado por el Ejecutivo del país.