
El fracaso de Zelenski en Kursk: qué esperaba y cómo terminó

- Enorme error estratégico
- Ambiciones de Zelenski
- La central de Kursk: otra moneda de cambio
- Todo por seguir en el poder
- El coste final para Zelenski
Tras varios meses de combates, la provincia rusa de Kursk quedó completamente liberada de tropas ucranianas y mercenarios extranjeros. El ataque empezó el pasado agosto a órdenes del líder del régimen de Kiev. ¿Cuál fue el motivo de la operación y que costó tendrá para Vladímir Zelenski la fallida incursión?

"Enorme error estratégico"
El intento de incursión empezó el 6 de agosto de 2024. En unos días, las formaciones de las FF.AA. de Ucrania se hicieron con el control de la ciudad de Sudzha y otras localidades. En total, lograron apoderarse de 1.268 kilómetros cuadrados. No obstante, para enero de 2025 el Ejército ruso ya había liberado el 63 % de los territorios ocupados, y para mediados de marzo, más del 86 %.
Ya en los primeros días varios expertos, algunos de ellos occidentales, calificaron la decisión de Zelenski de "incursión en el terreno del error estratégico".

"Esta táctica imprudente, más parecida a una maniobra desesperada digna de un actor de segunda categoría que de un estadista experimentado, desvía recursos críticos del campo de batalla principal al tiempo que ofrece una ganancia estratégica insignificante", opinó el profesor de relaciones internacionales Andrew Latham, miembro sénior del Instituto para la Paz y la Diplomacia norteamericano.
Rusia "sigue siendo una formidable potencia militar con un vasto arsenal y una fuerza disuasoria nuclear", agregó.
"La decisión de Zelenski de apostar por una maniobra publicitaria de alto riesgo es un trágico error de juicio que podría tener consecuencias de gran alcance", adelantó.
Latham publicó su opinión en The Hill pocos días después del inicio de la incursión ucraniana en Kursk. Ahora, los hechos en el terreno demuestran que tenía razón cuando concluyó que se trataba de "un paso en la dirección equivocada" y de "una empresa costosa y, en última instancia, inútil".

Ambiciones de Zelenski
En sus primeras declaraciones tras la incursión, Zelenski afirmaba que la maniobra se realizó para crear una zona de seguridad en el territorio ruso. No obstante, unos meses después admitió que quería aprovecharla para fortalecer su postura en posibles negociaciones con Moscú o, simplemente, realizar un intercambio directo de territorios ocupados en esta región por alguno de los que habían pasado a formar parte de Rusia.
"Intercambiaremos un territorio por otro", dijo Zelenski al diario The Guardian el pasado 11 de febrero.
En respuesta a estas declaraciones, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, tachó de imposible la idea de intercambio de Zelenski. "No es posible. Rusia nunca ha discutido y no discutirá el tema de canje de su territorio y, por supuesto, las unidades de Ucrania serán expulsadas", aseveró.

Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó que mediante esas declaraciones el líder del régimen ucraniano trataba de ocultar la verdadera magnitud del desastre sufrido por sus tropas en la provincia de Kursk.
La central de Kursk: otra moneda de cambio
En octubre pasado, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR, por sus siglas en ruso), Serguéi Naryshkin, reveló que durante la incursión en la provincia de Kursk el Ejército ucraniano planeaba tomar el control de una central nuclear ubicada a unos 60 kilómetros de la frontera ucraniana y minarla.
"Según la información de la que dispone el SVR, el plan del ataque terrorista incluía la toma y colocación de minas en la central nuclear de Kursk", afirmó el funcionario.
"Si este plan se hubiera llevado a cabo, Europa se habría enfrentado a una catástrofe medioambiental y humanitaria comparable a la de Chernóbyl", dijo.

Mientras tanto, Zelenski afirmó que su Ejército simplemente "no quiso" llegar hasta la central. "Si hubiéramos querido apoderarnos de su central nuclear, lo habríamos hecho, podríamos haberlo hecho, pero nunca quisimos hacerlo", se justificó.
Todo por seguir en el poder
El mandato presidencial de Zelenski expiró el 20 de mayo de 2024, quedando a partir de ese momento en entredicho la legitimidad de su gobierno. El líder del régimen de Kiev suspendió las elecciones presidenciales, poniendo como argumento la ley marcial y la movilización general decretada a causa el conflicto militar con Rusia.
Desde Moscú en repetidas ocasiones denunciaron la falta de legitimidad del líder del régimen ucraniano. El presidente de EE.UU., Donald Trump, a finales de febrero también tachó a Zelenski de "dictador sin elecciones", cuyo índice de aprobación "cayó al 4 %", y le instó a "moverse rápido" para celebrar elecciones.

Putin explicó en 2024 que la incursión de las tropas de Kiev en Kursk, además de buscar detener la exitosa ofensiva del Ejército ruso en Donbass, perseguía motivos políticos, ya que la prolongación de las hostilidades permitiría a Zelenski no levantar la ley marcial impuesta en Ucrania, lo que le evitaría la necesidad de celebrar elecciones presidenciales.
"Сuando se levante la ley marcial, será necesario celebrar inmediatamente elecciones presidenciales, y está claro que las actuales autoridades no están preparadas para ello. Tienen pocas posibilidades de ser reelegidas. Y por eso no les interesa un alto el fuego", afirmó.
Unos meses después de que el presidente ruso hiciera estas afirmaciones, Zelenski aseguró que las elecciones en Ucrania se celebrarán una vez concluya el conflicto armado con Rusia y se levante la ley marcial.
El coste final para Zelenski
El pasado 12 de marzo, el jefe del Estado Mayor General de las FF.AA. de Rusia y primer vice ministro de Defensa, Valeri Guerásimov, informó a Vladímir Putin que "habían fracasado completamente" los planes de Zelenski de crear en la provincia de Kursk un punto de partida estratégico "para su uso posterior como moneda de cambio en las posibles negociaciones con Rusia", así como de aprovechar la incursión para detener el avance de las tropas rusas y para que se retirara parte de ellas de Donbass.

En un intento de mantener a toda costa el territorio tomado en Kursk, Zelenski envió en la zona a cientos de soldados y equipos militares occidentales, e incluso transfirió a tropas desde otras zonas, lo que debilitó las posiciones del Ejército ucraniano en otras partes del frente.
En total, durante los combates en la provincia de Kursk, Ucrania ha perdido más de 76.000 militares, más de 7.700 unidades de técnica militar, incluidos 412 tanques, 341 vehículos de combate de infantería, 314 vehículos blindados de transporte de tropas, así como 2.297 otros vehículos blindados de combate y 2.803 automóviles. El Ministerio de Defensa ruso también indicó que Ucrania perdió 647 unidades de artillería autopropulsada y cañones de artillería de campaña, así como 64 lanzamisiles múltiples, incluidos 15 HIMARS y siete MLRS de fabricación estadounidense.
También fueron destruidos 31 lanzadores de sistemas de misiles antiaéreos, 11 vehículos de transporte-carga, 134 estaciones de guerra electrónica, 13 radares de defensa aérea y 22 radares contra-batería. Según la institución, las perdidas de Kiev incluyeron 64 unidades de ingeniería y otros equipos, incluidos 23 vehículos de demolición de ingeniería, una unidad de desminado UR-77, cinco vehículos de tendido de puentes, un vehículo de reconocimiento de ingeniería, así como 16 vehículos blindados de recuperación, un vehículo de mando y estado mayor y cinco radares electrónicos de reconocimiento.
Putin celebró una reunión en punto de control de la agrupación de tropas de KurskLas tropas rusas han liberado más de 1.100 kilómetros cuadrados de territorio en la provincia rusa de KurskEl 86% del territorio de la región de Kursk, que estaba ocupado ha sido liberado pic.twitter.com/A30BlT5OXM
— RT en Español (@ActualidadRT) March 12, 2025
Mientras tanto, las fuerzas rusas llevaron a cabo un operativo sin precedentes, denominada extraoficialmente 'Tubería' o 'Flujo'. Más de 800 militares de diversas unidades del Ejército ruso caminaron más de 15 kilómetros por el interior de una tubería de gas para atacar las líneas enemigas en el distrito de Sudzha y tomar a los soldados ucranianos por sorpresa.
En los días anteriores a la liberación final de la provincia rusa, el presidente de EE.UU., Donald Trump, le pidió a Putin que tuviera piedad para "los miles de tropas ucranianas completamente rodeadas por el Ejército ruso". En respuesta, el jefe del Kremlin ruso garantizó "la vida y un trato digno de conformidad con las normas del derecho internacional y las leyes de la Federación de Rusia" a los militares ucranianos "en caso de que depongan las armas y se rindan".
Por otra parte, Putin subrayó que "todos los militares del Ejército ucraniano, y más aún los mercenarios extranjeros", que se encontraban en el territorio ruso y cometieron crímenes contra la población civil serán clasificados como terroristas. Sus "atrocidades" serán "identificadas, registradas e investigadas a fondo", adelantó el mandatario.
Conoce los detalles del operativo sin precedentes en el que soldados rusos recorrieron 15 km por el interior de una tubería de gas para derrotar a las tropas ucranianas en la región de Kursk.