La vulnerabilidad de la Cúpula de Hierro que expuso el ataque de represalia iraní sobre Israel

Israel utiliza un avanzado sistema de defensa antimisiles de múltiples capas, desarrollado en gran medida con el apoyo de EE.UU. Este costoso armamento tiene la capacidad de identificar, analizar y contrarrestar amenazas entrantes, ajustando su respuesta según el tipo de misil, su alcance y trayectoria.

Una de las herramientas más cruciales en la defensa israelí es la famosa Cúpula de Hierro, preparada para a contrarrestar proyectiles y drones con un alcance corto, de 4 a 70 kilómetros. Si bien su fabricante, la empresa Rafael, presume de que el sistema tiene una tasa de éxito superior al 90 %, los recientes ataques de represalia de Irán, que dejaron varios muertos, heridos y destrucción, expusieron sus fallas.

¿Cómo funciona este costoso sistema? 

El armamento de defensa móvil, operativo en las Fuerzas Armadas israelíes desde 2011, utiliza un radar para rastrear los cohetes entrantes y determinar si la trayectoria del misil presenta una amenaza a una zona poblada o un sitio estratégico. Si se considera peligroso, un centro de comando y control responde lanzando su propio proyectil Tamir para interceptarlo.

El 25% de los misiles iraníes no fueron interceptados por los sistemas de defensa de Israel

La Cúpula de Hierro cuenta con al menos 10 baterías desplegadas en todo el país. Cada una de ellas está equipada con entre tres y cuatro lanzadores, que pueden albergar hasta 20 interceptores.

EE.UU. es una pieza fundamental para su funcionamiento, puesto que ha proporcionado miles de millones de dólares a Israel para baterías, interceptores, costos de coproducción y mantenimiento general desde el comienzo. Se estima que producir una sola batería cuesta más de 100 millones de dólares.

Las vulnerabilidades de la joya de la corona

Sin embargo, este sofisticado y costoso sistema presenta sus debilidades. El Centro de Análisis de Políticas Europeas ya había advertido en 2021 que el armamento era vulnerable a ataques simultáneos desde múltiples direcciones diseñados para su saturación. Este problema ha sido reconocido por las propias autoridades hebreas.

Yehoshua Kalisky, investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, señaló el año pasado, en medio del conflicto entre Israel y Hezbolá, que los drones son un problema para el radar del sistema, ya que sus materiales a base de carbono no reflejan la luz del detector tan bien como los cohetes metálicos.

El grupo chiita ocasionó víctimas y destrucción en el norte de Israel gracias a sus drones kamikazes. En octubre de 2024, un vehículo aéreo no tripulado del grupo militante impactó una base del Ejército israelí, matando a cuatro soldados e hiriendo a decenas. 

Misiles iraníes burlan la Cúpula de Hierro

Las grietas también se hicieron evidentes en los bombardeos iraníes de octubre de 2024. Si bien no causaron muertes en Israel, numerosos misiles balísticos evadieron las defensas aéreas hebreas e infligieron daños estimados entre 40 y 53 millones de dólares.

En los ataques de represalia de Irán sobre Israel de la noche del viernes al sábado, la República Islámica disparó cerca de 200 misiles balísticos. Pese a que la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por los sistemas de defensa israelíes, las FDI indicaron que alrededor del 25 % no fueron derribados a propósito "según el protocolo".

No obstante, admiten que "un número reducido" de proyectiles logró penetrar las defensas aéreas, dejando al menos cuatro muertos, decenas de heridos y destrozos, especialmente en zonas residenciales de las ciudades de Tel Aviv, Ramat Gan y Rishon Lezion.

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