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Líder demócrata en la Cámara de Representantes de EE.UU. habla casi nueve horas (y no le funciona)
El proyecto de ley, impulsado por el presidente Donald Trump, fue aprobado en la Cámara baja con 218 votos a favor y 214 en contra.
El congresista Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, pronunció un discurso que se extendió por casi nueve horas, en interés de impedir la aprobación del proyecto que introdujera a consideración del Legislativo el presidente Donald Trump y que recibió el visto bueno definitivo este jueves.
"Al tomar asiento, solo quiero decirle al pueblo estadounidense que, sea cual sea el resultado de este día singular, seguiremos adelante. Seguiremos adelante. Seguiremos adelante", dijo, entre vítores de su bancada al cierre de su intervención.
Jeffries aseguró que seguirán adelante "hasta obtener la victoria" por "los niños", "los mayores", "los veteranos", "los sindicatos", "los agricultores", "los soñadores", "la clase trabajadora estadounidense", "la clase media" –y por todos los que aspiran a hacer parte de ella–, "los pobres", "los enfermos", "los afligidos", "los más desfavorecidos", "los perdidos" y "los rezagados", así como por "el Estado de derecho", "el estilo de vida estadounidense" y "la democracia".
El controvertido proyecto de ley, con el que Trump plantea llevar adelante un paquete de reformas internas, salió adelante en la Cámara baja con 218 votos a favor y 214 en contra. En la Casa Blanca, celebraron el resultado y lo calificaron como una "victoria". Posteriormente, se anunció que el mandatario firmará la nueva ley este viernes, en una fecha que coincide con el aniversario de la independencia de EE.UU.
El pasado martes, la iniciativa legislativa consiguió la aprobación del Senado tras una maratónica sesión que superó las 24 horas de duración y que requirió que el vicepresidente J.D. Vance ejerciera su derecho a sufragar para desempatar la votación.
El 'gran y hermoso' proyecto de ley de Trump ha causado controversias internas, pues contempla recortes tributarios en el orden de los billones de dólares compensados a partir de recortes en programas de salud. Al mismo tiempo, le permitirá al Gobierno incrementar el gasto público en áreas como defensa, seguridad fronteriza, política antiinmigración y energía, pero a condición de un alza inédita de la deuda interna.
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