Por lo menos 70.000 ciudadanos estadounidenses tramitaron la nacionalidad mexicana desde que Donald Trump asumió por segunda vez como presidente de EE.UU. el pasado 20 de enero, y endureció sus políticas migratorias, reveló el diario Milenio.
Se trata de los "chicanos", como se conoce a las personas nacidas en EE.UU. pero cuyos padres son mexicanos, por lo que tienen derecho a la doble nacionalidad, aunque ahora enfrentan la amenaza de que su país natal les retire el derecho de ciudadanía. Es una medida que Trump ya propuso y que por ahora ha sido frenada por la justicia.
En esa situación se encuentran 37 millones de ciudadanos estadounidenses descendientes de mexicanos que representan poco más del 10 % de la población de ese país, la cual asciende a 340 millones de personas.
De acuerdo con el reporte, entre enero y junio se triplicaron los trámites de doble nacionalidad en los consulados de Chicago, Dallas y Los Ángeles, ciudades con altas tasas de población latina y, en particular, descendiente de mexicanos.
En estos lugares, las redadas para detener y deportar a inmigrantes indocumentados han sido especialmente duras y racializadas, ya que organizaciones sociales han denunciado que las fuerzas de seguridad suelen atacar a personas por sus rasgos latinos. De hecho, se han multiplicado los casos de víctimas que, después de las agresiones, logran demostrar que son ciudadanas estadounidenses.
Los datos oficiales citados por el estudio agregaron que en 2022 había por lo menos 286.000 menores nacidos en EE.UU. que tenían problemas para recibir servicios de salud y educación debido a que sus padres son mexicanos.