Este lunes ha salido a la luz una historia de amor convertida en pesadilla, luego de que fuese detenida una joven china de 17 años acusada de vender a su novio como esclavo en la frontera entre Tailandia y Myanmar y seguir de vacaciones, según reportan medios locales.
El joven, de 19 años, oriundo de la ciudad china de Zhanjiang, había conocido a su pareja en un billar local. La adolescente había seducido al muchacho con ropa provocativa, bolsos de diseñador falsos y la imagen de unos padres emprendedores y empresas familiares en Myanmar.
La trampa se consumió cuando, en febrero de este año, el joven invitó a la muchacha a pasar unas vacaciones en secreto a Bangkok. Las alarmas del entorno del muchacho se encendieron luego de que sus amigos identificaran su localización en la frontera entre Tailandia y Myanmar.
Secuestro
En su paso por las cercanías de la frontera birmana, el joven fue entregado y vendido por su propia novia a unos sujetos armados para hacer trabajos forzados, relacionados con fraudes en línea, por una suma cercana a los 15.000 dólares.
Permaneció en cautiverio por 4 meses. Durante el periodo en el que lo tuvieron secuestrado fue obligado a rasurarse su cabeza, trabajar de 16 a 20 horas diarias en fraudes electrónicos en condiciones de hambre y fue golpeado regularmente por no cumplir la cuota.
Después de su experiencia en condiciones esclavitud, el joven perdió 10 kilos y presenta indicios de sordera permanente por los golpes propinados en la cabeza por el grupo criminal.
Después de varios meses de negociaciones para su liberación, la familia del muchacho pudo pagar el rescate. Fue liberado en junio, tras sufrir traumas que ahora lo han llevado a la paranoia.
Por su parte, la artífice del crimen fue detenida poco después en China, tras el regreso de un viaje de placer, proveniente de Tailandia. La adolescente ahora enfrenta cargos por fraude y tráfico de personas. Los familiares del muchacho afectado no pueden creer que "una persona tan joven hubiera sido capaz de hacer tanto mal".
