La Fiscalía de Ecuador inició una investigación de oficio al sacerdote Diego Sosa, por presunto abuso sexual, luego de que fuera hallado en su casa con tres menores de edad que estaban en ropa interior, en la comuna de Olón, en la provincia de Santa Elena.
Este hecho, que ha causado conmoción en esa comunidad ecuatoriana, generó reacciones de rechazo en la Iglesia, en el Poder Legislativo y en la Gobernación de la provincia. Hasta el momento, el ente acusador ordenó que la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes presente un informe preliminar y haga "el levantamiento de información relacionada a estos hechos".
Tras el impacto que generó esta denuncia, la Fiscalía reveló que actualmente investiga once casos de presunta violencia sexual llevada a cabo por religiosos, de los cuales diez se encuentran en investigación previa y uno en etapa procesal, según El Universo.

El video con los menores
Todo comenzó con la circulación en las redes de un video que documentó cuando el sacerdote Sosa fue increpado a las afueras de su vivienda por un grupo de personas que, tras verlo salir de la iglesia en compañía de varios adolescentes, se presentó a su casa para exigirle que abriera la puerta.
Al ser preguntado sobre la razón para que varios muchachos estuvieran allí, Sosa dijo que eran "amigos" y "acólitos" y que "todos son libres". Esto enfureció a los presentes que le recalcaron que se trataba de menores de edad.
Frente a la pregunta de qué hacían en bóxers en su cuarto, el religioso dio evasivas y evitó responder directamente.
🔴 ATENCIÓN: El 15 de agosto de 2025, en horas de la noche, vecinos de Olón observaron al sacerdote D. S. salir de la iglesia y dirigirse a su vivienda acompañado de un menor de edad. Al poco tiempo, un grupo de vecinos fue a su casa y al golpear la puerta, el sacerdote negó… pic.twitter.com/PYz7E4RNTH
— Sybel Martinez (@sybelmartinez) August 16, 2025
Luego de que la grabación se hiciera viral, Sosa difundió un video para ofrecer sus explicaciones. Según él, los señalamientos en su contra forman parte de un "ataque planificado y estratégico contra la Iglesia".
"Estoy abierto a cualquier acción que tome la Justicia y la Iglesia. Eran tres menores de edad que me acompañan la mayor parte del tiempo", dijo en una grabación colgada en las redes sociales.
Las reacciones
En un comunicado, la Diócesis de Santa Elena manifestó que "ratifica su posición de cero tolerancia e impunidad ante cualquier acto inmoral que pueda producirse". Por ello, anunció que el obispo de esa provincia, a la que pertenece la parroquia de Olón, "ha procedido a separar al sacerdote de su oficio pastoral, mientras duren las investigaciones civiles y canónicas".
Del mismo modo, la Gobernación de Santa Elena expresó en su página web que debe determinarse si ocurrió un delito, quiénes serían los responsables y garantizar que se apliquen las sanciones dispuestas por la ley.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Niñez y Adolescencia de la Asamblea Nacional, Viviana Veloz, manifestó en las plataformas sociales que "lo ocurrido en Olón la noche del 15 de agosto no puede pasar desapercibido ni quedar impune". En su opinión, "las imágenes y testimonios que circulan son profundamente alarmantes".
"La fe no puede ser excusa ni escudo para el abuso. Todas y todos tenemos el deber moral y legal de proteger a la niñez", añadió.
Por su parte, la congresista Sara Oviedo, de la Coalición de Lucha contra la Violencia Sexual en Espacios de Fe, dijo en la sesión de la Asamblea de la víspera que Sosa habría sido sacerdote en la parroquia de San Miguel del Común de Oyacoto, en Quito, de donde "lo sacaron porque lo iban a linchar". Tras ese hecho, habría sido transferido a Manglaralto, donde habría ocurrido lo mismo, recoge GK.