El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, autorizó que los miembros de la Guardia Nacional desplegados en Washington D.C. puedan portar armas en sus operaciones, en el marco de la ofensiva de seguridad impulsada por el presidente Donald Trump.
La directiva, revelada este viernes por un funcionario del Pentágono a ABC News, establece que cerca de 2.000 efectivos podrán participar en patrullajes armados en zonas consideradas de alta criminalidad.
"Por orden del Secretario de Defensa, los miembros [del grupo de trabajo conjunto de Washington D. C.] que apoyan la misión de reducir la tasa de criminalidad en la capital de nuestra nación pronto estarán en misión con sus armas de servicio, de acuerdo con su misión y entrenamiento", escribió el funcionario en una nota al medio.
El mandato de Hegseth otorga al comandante de la Guardia Nacional de D.C. la potestad de coordinar las operaciones con agencias federales y la policía local, un esquema que hasta ahora mantenía a los efectivos en funciones de apoyo logístico.
La medida representa un aumento significativo del rol militar en tareas de seguridad interna y forma parte del plan con el que la Casa Blanca busca proyectar control en la capital, ante un presunto aumento de la criminalidad.
El miércoles, la alcaldesa Muriel Bowser calificó el despliegue como una "milicia armada en la Nación" y acusó al presidente de ignorar la autonomía de la ciudad. Además, afirmó que "la delincuencia ha disminuido drásticamente" en el distrito en los últimos dos años.
La autorización de Hegseth se suma a la reciente llegada de refuerzos federales. La semana pasada, Trump ordenó a 800 miembros de la Guardia Nacional de Washington D. C. que se presentaran al servicio activo.
