La misión permanente de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ante las Naciones Unidas ha declarado este lunes que el país asiático es "un Estado poseedor de armas nucleares responsable" y ha puesto en duda la sinceridad de las preocupaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la amenaza nuclear internacional y la respectiva seguridad mundial.
"El estatus de la RPDC como un Estado poseedor de armas nucleares, que ha sido especificado de manera permanente en la ley suprema y fundamental del Estado, se ha vuelto irreversible", subrayó la misión en un comunicado difundido por KCNA.
"El OIEA, que no ha establecido relaciones formales con la RPDC durante más de 30 años, no tiene ningún derecho legal ni justificación moral para interferir en los asuntos internos de un Estado poseedor de armas nucleares que existe fuera del TNP [Tratado de No Proliferación Nuclear]", indicó.
A continuación, señaló que "si el OIEA está sinceramente preocupado por la amenaza nuclear internacional y el empeoramiento del entorno de seguridad internacional que esta provoca, lo lógico sería cuestionar la maliciosa actuación de Estados Unidos, que viola descaradamente la obligación que ha asumido ante la comunidad internacional de prevenir la proliferación nuclear, mientras se concentra más que nadie en el desarrollo del poderío nuclear".
Mientras EE.UU. recurre a una "provocación política" al tachar de ilegal el acceso de Pionyang a las armas nucleares y repetir su "anacrónica afirmación" de 'desnuclearización' de la península de Corea, su propio Gobierno "ha llegado a extremos en su amenaza nuclear a medida que pasan los días".
"El objetivo final de su política hacia la RPDC es hacer que esta última abandone su constitución y su sistema, y que EE.UU. no tiene intención de coexistir con ella", sostuvo la misión diplomática.
En ese sentido, agregó que el acceso de la nación a las armas nucleares "desempeña un papel clave e importante para garantizar la paz y estabilidad global, siendo una opción inevitable para defender de forma fiable la soberanía y seguridad del Estado frente a la persistente amenaza nuclear de EE.UU. y garantizar el equilibrio de fuerzas".
"Reforzar constantemente la disuasión nuclear para la autodefensa con el fin de hacer frente a esta realidad es la mejor opción para prevenir el peligro de una guerra nuclear en la península de Corea y en la región y garantizar de manera fiable el derecho a la existencia y el desarrollo de nuestro Estado", concluyó.
