Un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto los restos de un puerto egipcio sumergido, vinculado con la época ptolemaica, la última dinastía de faraones en Egipto. El hallazgo podría arrojar luz sobre uno de los misterios más persistentes de la historia: el lugar de entierro de la famosa reina Cleopatra, informó Archaeology News.
El descubrimiento, anunciado la semana pasada en redes sociales por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, se encuentra cerca de Taposiris Magna, un antiguo templo y centro religioso a unos 48 kilómetros al oeste de Alejandría.

Descubierto por la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez y el famoso oceanógrafo que reveló el paredero del Titanic, Bob Ballard, el antiguo puerto, sumergido a unos 12 metros en mar Mediterráneo, albergaba edificios de piedra de más de seis metros de altura que contaban con suelos brillantes, columnas, bloques de cemento, anclas y diversas ánforas ptolemaicas.
Además, mediante cartografía por sonar y operaciones de buceo, los investigadores revelaron en el fondo marino restos de la antigua actividad, como almacenes de pescadores y estructuras inequívocamente artificiales. Se sabe que en el año 365 d. C. se registró en la cuenca mediterránea un fuerte terremoto que sumergió gran parte del barrio real de Alejandría y es probable que los continuados desplazamientos sísmicos arrastrasen al agua partes del templo de Taposiris Magna.
Muchos arqueólogos creen que Cleopatra, la última faraona de Egipto de la dinastía ptolemaica, se suicidó y fue enterrada cerca del palacio real de Alejandría, donde nació y reinó.

Sin embargo, la arqueóloga Kathleen Martínez, que ha dedicado más de dos décadas a investigar y buscar el lugar del descanso final de la reina, apuntó que precisamente Taposiris Magna albergar la tumba de la reina.
La teoría de Martínez se vio reforzada en 2022, cuando su equipo descubrió un túnel de 1.300 metros bajo las ruinas del templo que contenía vasijas y cerámicas que datan de la época de Cleopatra. El puerto recién descubierto en el fondo marino parece estar vinculado directamente con este túnel, lo que indica la existencia de una red integrada que podría haberse utilizado en el entierro de la reina.

El descubrimiento también se vincula con relatos históricos: se cree que Cleopatra fue enterrada con su amante romano Marco Antonio, después de que ambos se suicidaran en el año 30 a. C. tras perder la batalla naval de Actium contra Octaviano, pero ninguno de los dos ha sido localizado en Alejandría.