Los ídolos más importantes del futbol nacieron en países en donde comer carne es accesible y ello explica, en parte, que hayan podido desarrollar su talento en este deporte, reveló un estudio reportado por Bloomberg.
"Haciendo un Maradona: consumo de carne y destreza futbolística", es el título de la investigación realizada por los economistas argentinos Martín Rossi y Christian Ruzzier, y en el que mencionan las similitudes alimenticias entre las figuras más importantes del fútbol a nivel mundial.
Entre ellos se encuentran los argentinos Diego Armando Maradona y Lionel Messi; los brasileños Neymar y Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como Pelé; y el uruguayo Luis Suárez.
La conclusión de los economistas es que en estos países hay muchos pobres que, a pesar de sus condiciones sociales, pueden comer carne porque su precio es accesible debido a la alta producción y consumo a nivel nacional.
En criterio de ese trabajo, pese a las dificultades económicas, en esos países incluso las personas con menos recursos pueden acceder a una dieta de mayor calidad, lo que puede tener una repercusión directa en el número de estrellas de fútbol que salen de sus canchas.
También revelan que, en los últimos años, más allá del talento innato, se han comenzado a estudiar múltiples capacidades de los jugadores, como la memoria, la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio que permiten mejorar su nivel competitivo, reaccionar en entornos cambiantes y dinámicos, reevaluar decisiones de manera constante y fomentar la creatividad para realizar jugadas. En todo ello, el consumo de carne es un factor decisivo porque aporta proteínas, energía y micronutrientes como hierro, zinc y vitaminas del grupo B.
Para demostrar su teoría, los investigadores analizaron los nombres de los 59 jugadores que fueron nominados al Balón de Oro entre 2016 y 2019, y cotejaron sus nacionalidades con los datos de consumo de carne y proteínas a nivel mundial que hubo en el año 2000, cuando los atletas eran niños. Resultó que en la mayoría de los países con más alto número de nominaciones se consumía más carne per cápita.