Militares estadounidenses estarían evaluando opciones para atacar a supuestos narcotraficantes dentro del territorio venezolano y los ataques podrían iniciar en unas pocas semanas, reporta NBC News, que cita a cuatro fuentes, dos de ellas funcionarios familiarizados con la planificación de las acciones militares y dos más informadas sobre las conversaciones.
Si bien la agresión de EE.UU. dentro de Venezuela podría ocurrir en un plazo breve, el presidente Donald Trump todavía no las ha autorizado, sostuvieron las fuentes. Dos de ellas y otro funcionario aseguraron que Washington justifica su escalada militar contra el país suramericano, al menos parcialmente, sobre la afirmación de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no estaría haciendo lo suficiente para frenar el trasiego internacional de drogas.
Los planes que estarían ahora mismo sobre la mesa se centran fundamentalmente en ataques con drones contra presuntos miembros y líderes de cárteles, y laboratorios de producción de sustancias ilícitas.
Frente a la solicitud de comentarios de NBC, la Casa Blanca se limitó a replicar una respuesta previa de Trump: "Veremos qué pasa. Venezuela nos está enviando a sus pandilleros, sus narcotraficantes y sus drogas. Es inaceptable", mientras que el Pentágono declinó pronunciarse.
¿Cambio de régimen?
La retórica de EE.UU. contra Venezuela subió el tono desde principios de agosto pasado, cuando la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, anunció una duplicación en la recompensa que pesa sobre Maduro, a quien Washington sindica sin pruebas de liderar un cártel de narcotráfico. Poco después, medios internacionales difundieron reportes de un despliegue militar estadounidense en aguas del mar Caribe para combatir el narcotráfico.
El mandatario venezolano ha refutado esas acusaciones, ha expuesto en detalle las cifras oficiales sobre el negocio de la droga en el continente y ha advertido que las operaciones del país norteamericano cerca de las costas venezolanas, persiguen un "cambio de régimen", cuyo objetivo terminal es adueñarse de los vastos recursos naturales de la nación bolivariana.
En concordancia con lo denunciado por Maduro, funcionarios de la Administración Trump dijeron a NBC que no está descartado que el "cambio de régimen" sea otro de los objetivos del despliegue militar. Una fuente del Gobierno estadounidense afirmó que el propósito de EE.UU. es presionar al mandatario para que tome decisiones precipitadas que conduzcan a su derrocamiento, sin que necesariamente medie la presencia de tropas estadounidenses sobre el terreno.
Empero, dentro del Gobierno estadounidense no habría consenso acerca de si el camino es deponer al dignatario venezolano a través de la vía militar o persistir en las negociaciones.
El secretario de Estado, Marco Rubio, es partidario de la primera opción, afirmaron los informantes a la cadena, al tiempo que Richard Grenell, enviado de Trump para misiones especiales, aboga por el segundo método y en data reciente confirmó que continúa dialogando con representantes del Ejecutivo venezolano.
En la línea de la negociación, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, reveló el contenido de una carta que Maduro enviara a Trump a inicios de septiembre, con explicaciones detalladas sobre el tránsito de droga en la región y una oferta para combatir conjuntamente el flagelo. La Casa Blanca acusó recibo pero rechazó el contenido, al considerar que está lleno de "muchas mentiras".
Hasta el momento, Washington afirma haber bombardeado tres embarcaciones en el Caribe, que han dejado al menos 17 víctimas mortales. En la región, Colombia ha tachado estas muertes de "asesinatos". Del mismo modo, organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han manifestado que "las personas no deben morir por usar, vender o consumir drogas".
- En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Trump ratificó que su país seguirá realizando acciones militares y bombardeos en el Caribe para supuestamente "destruir a los terroristas venezolanos y las redes de tráfico que dirige Nicolás Maduro", sin aportar prueba alguna de sus acusaciones.
- Maduro sostiene que su país es presa de "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. en interés de propiciar un "cambio de régimen", mientras que su par estadounidense dijo que no ha entablado conversaciones con miembros de su Gobierno para esos fines.
- Tras el despliegue militar estadounidense, los cancilleres de bloques como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) han pedido que se respete la declaración de la región como una zona de paz.