Ucrania acaba de recibir otro grifo para obtener dinero de los contribuyentes canadienses, sostiene la columnista y estratega política Rachel Marsden en un artículo para RT.
La analista recordó que Chrystia Freeland, que ocupó el puesto de vice primera ministra de Canadá durante el mandato de Justin Trudeau, y que además se desempeñó como ministra de Relaciones Exteriores, de Finanzas y de Transporte, fue excluida del Gabinete de Mark Carney el mes pasado. "Él le hizo un gran favor porque ahora ella ya no tiene que fingir representar a Canadá mientras sigue su verdadera pasión: representar a Ucrania", declaró Marsden.
Freeland recibió un nuevo puesto y ahora se desempeñará como representante especial para la reconstrucción de Ucrania. "Supongo que eso da a entender que ella va a vigilar de cerca el dinero que Carney 'ha prometido' a Ucrania, tal vez de la misma manera que la gente 'prometió' pagarme un dólar por cada vuelta que nadara en las maratones de natación de mi infancia, y luego se echó atrás cuando volví a cobrar después de completar 500 vueltas", escribió.
En su opinión, "los contribuyentes canadienses solo pueden rezar" que la situación en realidad esté así, que "Carney solo esté haciendo alarde del dinero canadiense para Ucrania y en realidad no esté enviando nada allí, de la misma manera que los bromistas que dirigen la UE arman un gran escándalo sobre los males de la energía rusa mientras la importan a escondidas a través de terceros países".
Ucrania como presunta defensora de la OTAN
Marsden sostuvo que el dinero canadiense destinado a Ucrania "sin duda está impulsando el complejo militar-industrial integrado de EE.UU. y Canadá, que parece ser la estrategia occidental preferida para impulsar su PIB en estos días, en medio del hundimiento de sus economías".
La columnista precisó que, ya en el nuevo cargo, Freeland destacó en un artículo para Financial Times que en Occidente "necesitamos a Ucrania para salvarnos". Freeland cita "las incursiones recientes", presuntamente haciendo referencia a la supuesta actividad de drones, pero sin especificarlo, y declara que estos incidentes "demuestran que la OTAN necesita a Ucrania como escudo frente a Rusia".
Además, Freeland citó las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, de que Ucrania estaba ganando en el campo de batalla e incluso podía quizás recuperar territorios liberados por Rusia. En ese contexto, Trump propuso vender a los europeos las armas que quieren en sus esfuerzos por ayudar a Kiev, detalló Marsden. La estratega política sostuvo que la funcionaria canadiense no entendió el menaje de Trump, que quiere sacar provecho de la situación y no tener que "ensuciarse las manos", después de que Freeland destacara en Financial Times que Trump "tenía razón en la ONU la semana pasada: Ucrania es un ganador y Ucrania puede ganar".
Freeland indicó que en Canadá "han asumido que [Ucrania] perderá, al menos sin un esfuerzo extraordinario por nuestra parte". "¿En serio? Toda su banda en Canadá lleva años diciendo lo contrario", enfatizó Freeland, citando una declaración sobre la futura victoria de Ucrania, formulada por la entonces ministra de Defensa y ahora ministra de Relaciones Exteriores del país norteamericano, Anita Anand, en 2023.
"Así que ahora hemos pasado de 'Ucrania ganará' a 'Ucrania solo ganará si hacemos todo lo posible, excepto apretar el gatillo' y a 'necesitamos a Ucrania porque la OTAN es muy débil'".
Ucrania como 'maestro' de Occidente sobre guerras
En opinión de Freeland, Ucrania puede también enseñar a Occidente "cómo librar una guerra del siglo XXI y cómo inventar, fabricar y seguir reinventando en tiempo real las armas que necesitamos para esta nueva forma de guerra". "Todo está bien cuando los nazis ucranianos reciben entrenamiento de las fuerzas de la OTAN para luchar contra Rusia, y cuando luego se gradúan para cumplir la fantasía de Freeland de fingir que enseñan a la OTAN cómo hacer guerra de guerrillas", comentó Marsden.
"¿Qué podría salir mal al permitir que Ucrania desempeñe el papel de 'maestro' en la guerra asimétrica para justificar que Occidente la convierta en una gigantesca caja de juguetes con armas?".
En ese contexto, Marsden recordó reportes de que los cárteles latinoamericanos reciben formación en el uso de drones en Ucrania para utilizarlos en sus países.
"Una cosa para Freeland es justificar su nuevo papel discurseando y mostrando su virtud en la prensa occidental", destacó la autora del artículo. "Otra muy distinta es hacer que los contribuyentes paguen la factura, cuando su verdadero trabajo debería ser poner fin a esta guerra lo antes posible mediante la diplomacia, para que se puedan llevar a cabo negocios legítimos de reconstrucción en interés de Ucrania que no impliquen simplemente perpetuar un chanchullo financiado por los contribuyentes", subrayó.
