El matcha se ha convertido en la bebida favorita de quienes siguen las tendencias de bienestar, promocionándola como una alternativa sana al café, mientras expertos coinciden en que su consumo puede favorecer la relajación y la claridad mental, así como reducir la inflamación relacionada con enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, algunas mujeres aseguraron en redes sociales haber experimentado caída repentina del cabello tras incorporar el matcha en su dieta diaria, lo que ha generado preocupación.
Posibles causantes
Especialistas consultados por New York Post explicaron que la causa no es la bebida en sí, sino sus componentes: los taninos, compuestos de origen vegetal presentes en el matcha, pueden inhibir la absorción de hierro, un mineral importante para la salud capilar.
"Esto puede provocar una deficiencia de hierro, lo que a su vez puede causar caída del cabello", indicó Stephanie Schiff, nutricionista del hospital Northwell Huntington. Además, su contenido de cafeína, aunque menor que el del café, también podría estimular este fenómeno.
Amy Shapiro, directora de la organización Real Nutrition, advirtió que un alto consumo de cafeína puede incrementar las hormonas del estrés, lo cual, en ciertos casos, puede "desencadenar una caída temporal del cabello".
Asimismo, subrayó que las personas con mayor vulnerabilidad son aquellas con niveles bajos de hierro o anemia, incluidas las mujeres con menstruaciones intensas, quienes padecen determinadas afecciones gastrointestinales o las veganas estrictas. En este contexto, apuntó que el consumo excesivo de matcha o de suplementos concentrados de extracto de té verde también aumenta el riesgo de pérdida de cabello.
Por otro lado, Schiff recomendó a las personas con bajos niveles de hierro no consumir dicha bebida junto con alimentos ricos en hierro vegetal, como espinacas, alubias blancas o tofu. En cambio, aconsejó combinarlos con productos alimenticios ricos en vitamina C para mejorar la absorción del hierro y contrarrestar los efectos de los taninos del matcha.


