Ucrania sigue sufriendo importantes pérdidas de efectivos bajo los ataques del Ejército ruso. En este contexto, y ante el temor a la movilización forzosa, muchos ciudadanos intentan huir del país.
Esta semana, las autoridades detuvieron a ocho personas acusadas de organizar un esquema de fuga ilegal hacia Europa. El grupo utilizaba un gasoducto inoperativo para trasladar a quienes buscaban evadir el reclutamiento. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), los detenidos también ayudaban a obtener certificados de discapacidad falsos y a cruzar la frontera ilegalmente, cobrando entre 10.000 y 15.000 dólares por persona. Uno de los arrestados se valía de sus contactos, unos neurólogos, para vender directamente dichos certificados médicos fraudulentos.
Esquemas de huida de ucranianos
Entre los detenidos se encontraba también un residente de Lvov de 62 años que, en connivencia con un conocido emigrado a Europa, trasladó a personas a través de un gasoducto inoperativo que conectaba la región ucraniana de Zakarpatie con un país europeo. Las autoridades informaron que el conocido, residente en Europa, buscaba clientes potenciales en TikTok y los esperaba cerca de la salida del gasoducto.
Cuatro personas más fueron arrestadas en Odesa por organizar un plan similar de contrabando de personas hacia Transnistria. Una de ellas es un hombre que se hacía pasar por soldado del Ejército ucraniano y transportaba en el maletero de su coche a quienes intentaban escapar. Dos personas más fueron detenidas en Dnepropetrovsk por transportar ilegalmente a personas sujetas al servicio militar obligatorio a la Unión Europea por senderos forestales.
El Servicio de Seguridad aseveró que ya se han abierto causas penales contra los detenidos, quienes se enfrentan a hasta 10 años de prisión con confiscación de bienes.
Escasez de tropas y reclutamiento coercitivo
Las Fuerzas Armadas de Ucrania enfrentan una gran escasez de tropas, agudizada por el problema sistémico de la deserción. Al mismo tiempo, cada vez más ciudadanos se convierten en víctimas de la movilización forzosa. En la Red aparecen regularmente imágenes de comisarios militares reclutando a la fuerza a hombres en plena calle, transportes públicos, hospitales o incluso bloqueándolos en sus coches mientras conducen.
A veces se producen también enfrentamientos con multitudes, mientras muchos se resisten a la movilización. Ante la brutalidad de los reclutadores y el creciente peligro de ser enviados al frente, los jóvenes continúan ideando esquemas para escapar del país. Algunos de ellos incluso deciden tomar medidas extremas, como cuando en agosto un hombre amenazó con detonar una granada para evitar ser movilizado.


