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Un escenario militar en Siria se traducirá en un "terrorismo rampante" en toda la región
El presidente Bashar al Assad ha expresado su agradecimiento al mandatario ruso Vladímir Putin por su apoyo a Siria, según ha puntualizado este lunes el canciller sirio, Walid al Muallem.
"Rusia tiene un papel clave en prevenir la agresión", ha puntualizado al Muallem quien se reúne este lunes en Moscú con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
El canciller sirio ha confirmado que el Gobierno de Al Assad está dispuesto a participar, sin condiciones previas, y a dialogar con todas las fuerzas que abogan por la paz en Siria.
Si el uso de armas químicas es la verdadera causa de los planes bélicos de Washington contra Siria, las posibilidades diplomáticas todavía no están agotadas, ha insistido Al Muallem, reiterando que Damasco está dispuesto a colaborar para mostrar la invalidez de las acusaciones en su contra. Al mismo tiempo, ha subrayado que si la agresión programada es debilitar el potencial militar del Ejército sirio en interés de Al Qaeda y otros grupos terroristas afiliados a él, Damasco se dedicará a resistir. "¿Por qué EE.UU. quiere ayudar a los que están detrás de los ataques del 11-S?", preguntó. Las primeras víctimas de una posible intervención en Siria serían mujeres y niños, ha añadido.
Al Muallem ha comunicado, además, que el país está dispuesto a albergar otra vez la comisión de las Naciones Unidas que investiga el uso de armas químicas. Ha detallado que las autoridades sirias quieren que los inspectores de la ONU regresen al país porque todavía quedan pendientes sus denuncias sobre el uso de armas químicas por parte de los rebeldes, ya que durante su primera estancia no tuvieron tiempo suficiente para poder investigarlas.
"Un escenario militar en Siria se traducirá en un "terrorismo rampante" en toda la región. Seguiremos impulsando la iniciativa ruso-estadounidense para convocar la conferencia de paz Ginebra 2. Continuaremos insistiendo en que la oposición siria se ponga definitivamente de acuerdo con esta iniciativa sin condiciones previas y con el objetivo de realizar completamente el comunicado de Ginebra del 30 de junio del año pasado", ha comentado, por su parte, Lavrov.
Cabe recordar que en la rueda de prensa final de la cumbre del G-20 celebrada la semana pasada en San Petersburgo, el presidente Vladímir Putin afirmó que Rusia ayudará a Siria en caso de un ataque militar exterior. "Rusia vende armas a Siria, tenemos fuertes lazos económicos. Siria es nuestro socio estratégico. Confío en que habrá más cooperación en el ámbito humanitario, incluido los suministros de ayuda a la población civil que está en una situación muy difícil", comentó.
Si el uso de armas químicas es la verdadera causa de los planes bélicos de Washington contra Siria, las posibilidades diplomáticas todavía no están agotadas, ha insistido Al Muallem, reiterando que Damasco está dispuesto a colaborar para mostrar la invalidez de las acusaciones en su contra. Al mismo tiempo, ha subrayado que si la agresión programada es debilitar el potencial militar del Ejército sirio en interés de Al Qaeda y otros grupos terroristas afiliados a él, Damasco se dedicará a resistir. "¿Por qué EE.UU. quiere ayudar a los que están detrás de los ataques del 11-S?", preguntó. Las primeras víctimas de una posible intervención en Siria serían mujeres y niños, ha añadido.
Al Muallem ha comunicado, además, que el país está dispuesto a albergar otra vez la comisión de las Naciones Unidas que investiga el uso de armas químicas. Ha detallado que las autoridades sirias quieren que los inspectores de la ONU regresen al país porque todavía quedan pendientes sus denuncias sobre el uso de armas químicas por parte de los rebeldes, ya que durante su primera estancia no tuvieron tiempo suficiente para poder investigarlas.
"Un escenario militar en Siria se traducirá en un "terrorismo rampante" en toda la región. Seguiremos impulsando la iniciativa ruso-estadounidense para convocar la conferencia de paz Ginebra 2. Continuaremos insistiendo en que la oposición siria se ponga definitivamente de acuerdo con esta iniciativa sin condiciones previas y con el objetivo de realizar completamente el comunicado de Ginebra del 30 de junio del año pasado", ha comentado, por su parte, Lavrov.
Cabe recordar que en la rueda de prensa final de la cumbre del G-20 celebrada la semana pasada en San Petersburgo, el presidente Vladímir Putin afirmó que Rusia ayudará a Siria en caso de un ataque militar exterior. "Rusia vende armas a Siria, tenemos fuertes lazos económicos. Siria es nuestro socio estratégico. Confío en que habrá más cooperación en el ámbito humanitario, incluido los suministros de ayuda a la población civil que está en una situación muy difícil", comentó.
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