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El tira y afloja por etiquetar los trangénicos mueve millones de dólares en Washington
El estado de Washington se ha convertido en el campo de batalla legal entre los activistas que luchan por etiquetar productos con ingredientes genéticamente modificados y las compañías de transgénicos que se oponen a ello.
Las corporaciones de trangénicos Monsanto, DuPont Pioneer, Dow AgroSciences, Bayer CropScience y Grocery Manufacturers Association han recaudado junto con otros grupos comerciales
17,2 millones de dólares -cifra record para un estado-, en su campaña contra la Iniciativa I-522 que pretende obligar a los productores a etiquetar los alimentos genéticamente modificados. Por su parte, los partidarios de la iniciativa solo han recaudado 4,7 millones de dólares.
Quienes se oponen a la iniciativa insisten en que las etiquetas harán creer por error a los consumidores que los ingredientes genéticamente modificados se distinguen de los productos tradicionales.
"I-522 es una iniciativa compleja, costosa y engañosa que elevará el coste de los alimentos para los consumidores del estado de Washington en un momento en que pocos pueden pagarlo", dijo Brian Kennedy, de la asociación de Grocery Manufacturers.
Por su parte, los partidarios de la nueva normativa insisten en su derecho de saber lo que están comiendo. "La campaña no es sobre si los productos genéticamente modificados son buenos o malos, es solo sobre proporcionar más información a los consumidores", comenta la activista Elizabeth Larter.
La iniciativa será votada en Washington el 5 de noviembre. En 2013, según Katey Parker, una activista que apoya la iniciativa, un total de 26 estados de EE.UU. han aprobado la legislación.
Quienes se oponen a la iniciativa insisten en que las etiquetas harán creer por error a los consumidores que los ingredientes genéticamente modificados se distinguen de los productos tradicionales.
"I-522 es una iniciativa compleja, costosa y engañosa que elevará el coste de los alimentos para los consumidores del estado de Washington en un momento en que pocos pueden pagarlo", dijo Brian Kennedy, de la asociación de Grocery Manufacturers.
Por su parte, los partidarios de la nueva normativa insisten en su derecho de saber lo que están comiendo. "La campaña no es sobre si los productos genéticamente modificados son buenos o malos, es solo sobre proporcionar más información a los consumidores", comenta la activista Elizabeth Larter.
La iniciativa será votada en Washington el 5 de noviembre. En 2013, según Katey Parker, una activista que apoya la iniciativa, un total de 26 estados de EE.UU. han aprobado la legislación.
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