EE. UU. impone sanciones unilaterales contra Libia
EE. UU. ha impuesto sanciones unilaterales contra Libia ante las violentas medidas represivas que aplica el régimen del líder del país, Muammar al-Gaddafi, contra los manifestantes que exigen su dimisión desde hace más de 10 días, según declaró el viernes el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Carney señaló que ya ha sido congelada la venta de armas a Libia, que estaba en estudio, así como todo tipo de cooperación militar entre los dos países. Asimismo el alto funcionario estadounidense declaró que Washington buscará la imposición de sanciones multilaterales con sus socios estratégicos.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, firmó una orden para bloquear las cuentas y las propiedades del líder de Libia, de sus familiares y de sus aliados, como parte de las sanciones aplicadas a este país norteafricano.
Además el portavoz comunicó que el próximo lunes el presidente de EE. UU., Barack Obama, se reunirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para discutir la actual situación en Libia.
El mismo viernes EE. UU. cerró su Embajada en Tripoli y evacuó a la mayoría de sus ciudadanos del país.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró que ha llegado la hora de acabar con la violencia en Libia y que el Consejo de Seguridad de la Organización debería tomar decisiones concretas para impedir el futuro derramamiento de sangre de civiles.
De acuerdo con los datos anunciados por Ban Ki-moon, más de mil personas han muerto como resultado de la violenta represión puesta en marcha por el régimen de Gaddafi contra los manifestantes antigubernamentales. El secretario general sostuvo que los culpables tienen que ser castigados.
Mientras tanto, los representantes de la comunidad internacional ya han redactado un proyecto de resolución sobre Libia y lo han presentado al Consejo de Seguridad de la ONU. Según los diplomáticos, el documento podría ser aprobado a mediados de la próxima semana.
A su vez el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró que la alianza “está preparada para cualquier eventualidad” y “continuará supervisando de cerca la situación en coordinación con otras organizaciones internacionales”. Rasmussen se refería con ello a las posibles decisiones que pueda adoptar el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a la alarmante situación en el país magrebí.