EE. UU. pasa de la ‘Blanca Navidad’ a la Navidad en blanco
La falta de empleo y recursos significan para muchos ciudadanos de EE. UU. que esta Navidad vivirán unas fechas amargas y no podrán reunirse alrededor de una mesa para tener una cena festiva. Ante esta situación, las cestas gratuitas que se agotan sin abastecer a todos los demandantes, son la única esperanza para los más necesitados en estas fechas.
Al son de una de las canciones más conocidas cubanas, ‘Guantanamera’, miles de inmigrantes esperaban por recibir cestas gratuitas de alimentos en la pequeña Habana, situada en la ciudad de Miami. La fila era impresionante, llegando a dar la vuelta a varias cuadras.
Mientras unos esperaban durante horas para recoger su canasta navideña, otros aprovecharon la oportunidad para mejorar un poco su situación económica. Así lo hizo María, una vendedora de perros calientes que logró ganar algo de dinero gracias a la iniciativa benéfica.
La ayuda que todos los años realiza la Cámara de Comercio de América Latina y consiste en tres mil cestas llenas de alimentos para poder disfrutar de una cena completa de Navidad. Los lotes tienen un valor aproximado de 150 dólares cada uno y están limitados a uno por familia.
Las autoridades desconocen la situación real
El alcalde de Miami, Tomás Regalado, se unió a las empresas privadas que donaron alimentos y productos de consumo y ayudó en la repartición. Él también quedó sorprendido ante la cantidad de personas que acudieron al evento, culpando a la crisis económica que vive el país de tanta aglomeración de ciudadanos necesitados.
A pesar de la alegría de las miles de personas que pudieron recibir su canasta de alimentos gratuita, quedan muchas otras que no tuvieron esa suerte. Unas semanas atrás se habían entregado los vales que permitían recoger esta ayuda. Y aunque muchos pernoctaron durante días para asegurarse su cesta, no hubo para todos.
En el contexto de estas acciones solidarias, de una gran masa en la que crece la pobreza y no prospera, el Gobierno sigue recortando los programas de ayuda al ciudadano y la crisis hace que incluso para los afortunados, las fiestas navideñas tengan un sabor amargo.