Ataques terroristas y provocaciones antiislámicas: un círculo vicioso

El martes en un ataque a la embajada de los EE.UU. en Bengasi murieron cuatro funcionarios americanos, entre ellos el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y el cónsul. El ataque fue una protesta por una película en la que supuestamente se ridiculiza al profeta del islam, Mahoma. En los últimos años se han dado muchos disturbios provocados por acciones que los musulmanes consideraron ofensivas. La violencia alimentada por los extremistas religiosos refleja la tensión que existe entre los musulmanes y el Occidente secular después de las guerras en Afganistán e Irak.

Caricaturas de Mahoma

Las caricaturas de Mahoma publicadas en 2005 en el periódico danés Jyllands-Posten provocaron varias protestas violentas de musulmanes porque su fe prohíbe imágenes de su fundador. Durante varias semanas los manifestantes atacaron las legaciones danesas en Siria, Irán, Afganistán y el Líbano, y mataron a docenas de personas. El Gobierno de Dinamarca calificó la ola de protestas de la peor crisis internacional del país desde la segunda guerra mundial.
 

 

El asesinato de Theo Van Gogh

El cineasta holandés Theo Van Gogh, que filmó la película 'Submission' ('Sumisión') criticando el trato de las mujeres en el islam, fue asesinado en 2004. El asesino, un ciudadano holandés de origen marroquí, Mohammed Bouyeri, fue condenado a prisión de por vida. El asesinato de Van Gogh, a su vez, provocó una larga serie de más de 170 acciones ofensivas a mezquitas e iglesias durante las semanas siguientes.


 
 

Fitna

En marzo de 2008 el político holandés de extrema derecha Geert Wilders publicó en el sitio web Live Leak un documental cortometraje en el que cita varios capítulos del Corán y demuestra cómo el texto se cumple por parte de los terroristas. La película no solo provocó protestas de los musulmanes en todo el mundo, sino que también fue criticada como provocadora por representantes de muchos países y organizaciones internacionales. 

Quemas del Corán 

En 2010 el pastor americano Terry Jones llamó a quemar los libros sagrados islámicos para conmemorar el noveno aniversario del 11-S. Aunque al final el mismo pastor canceló la quema, miles de afganos animados por el Talibán causaron disturbios en Kabul, la capital de Afganistán, gritando “Muerte a los EE.UU”. En marzo de 2011 el pastor volvió a llamar la atención después de que su congregación publicara en internet un video donde sus activistas quemaban ejemplares del Corán. En la protesta más violenta de las provocadas por el video, cientos de manifestantes atacaron la misión de las Naciones Unidas en Mazari Sharif, una ciudad en el norte de Afganistán, y mataron a siete extranjeros, incluyendo cuatro guardas de seguridad de Nepal.
 


En febrero de 2012 soldados de la prisión Bagram en Afganistán quemaron 315 ejemplares del Corán y otros materiales religiosos. La acción provocó varias protestas antiestadounidenses en el país, dejando 30 afganos y 6 soldados norteamericanos muertos. En agosto el Pentágono anunció que se había dictado condena administrativa contra 6 soldados.