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EE.UU., responsable indirecto de la muerte de su embajador en Libia por negligencia
La Comisión que investiga el ataque a la embajada en Libia ha concluido que el Departamento de Estado ignoró la solicutud de incrementar el número de guardias de las misiones diplomáticas en Libia, lo que podría haber evitado la muerte del embajador de EE.UU. Chris Stevens en Bengasi.
Esta conclusión aparece en el informe de la Comisión encargada de investigar el ataque, parte del cual ha sido proporcionado por funcionarios anónimos del Departamento de Estado y el Congreso proporcionaron a los medios estadounidenses.
El jueves se celebrarán audiencias a puerta cerrada en el Senado, donde el Departamento de Estado rendirá cuentas de sus acciones antes y durante el ataque. La parte filtrada del informe establece que la responsabilidad por la muerte del embajador y otros tres empleados recae sobre los máximos responsables de la diplomacia en EE.UU.
"En la embajada [consulado de EE.UU. en Bengasi] se notó la falta de personal de seguridad […]. El Departamento de Estado en la organización de la protección del complejo confió en las fuerzas de la policía local, cuya eficacia no se ha comprobado […]. El Departamento de Estado ha ignorado las peticiones [de la embajada en Libia] para aumentar la cantidad de guardias del consulado y la mejora de la infraestructura de seguridad. El Departamento decidió tomar medidas después de recibir información sobre las amenazas confirmadas y no mejorar continuamente los procedimientos de seguridad", rezan los extractos del informe.
Asimismo, el documento culpa a varias oficinas del Departamento de Estado de planificación inadecuada y falta de coordinación en las medidas de seguridad. Varios funcionarios de la oficina central del Departamento -cuya identidad se desconoce- han sido acusado de calidad inadecuada del trabajo.
El jueves se celebrarán audiencias a puerta cerrada en el Senado, donde el Departamento de Estado rendirá cuentas de sus acciones antes y durante el ataque. La parte filtrada del informe establece que la responsabilidad por la muerte del embajador y otros tres empleados recae sobre los máximos responsables de la diplomacia en EE.UU.
"En la embajada [consulado de EE.UU. en Bengasi] se notó la falta de personal de seguridad […]. El Departamento de Estado en la organización de la protección del complejo confió en las fuerzas de la policía local, cuya eficacia no se ha comprobado […]. El Departamento de Estado ha ignorado las peticiones [de la embajada en Libia] para aumentar la cantidad de guardias del consulado y la mejora de la infraestructura de seguridad. El Departamento decidió tomar medidas después de recibir información sobre las amenazas confirmadas y no mejorar continuamente los procedimientos de seguridad", rezan los extractos del informe.
Asimismo, el documento culpa a varias oficinas del Departamento de Estado de planificación inadecuada y falta de coordinación en las medidas de seguridad. Varios funcionarios de la oficina central del Departamento -cuya identidad se desconoce- han sido acusado de calidad inadecuada del trabajo.
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