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EE.UU.: La polémica restricción del control de armas divide a la sociedad
El debate sobre el control de armas divide a la sociedad estadounidense en dos partes: los que están a favor de las nuevas restricciones y los que temen que la segunda enmienda de la Constitución esté en peligro.
Mientras los primeros se apresuran a entregar sus rifles, los otros organizan protestas reclamando su derecho a poseerlos. Pero no todos están seguros de a qué bando pertenecen.
La ex congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien recibió un disparo en la cabeza en 2011 y es conocida por su postura pro armas, esta vez instó al Senado a actuar para acabar con las masacres recurrentes. Cabe destacar que tanto la política como su marido son propietarios de armas y antes del tiroteo estuvieron muy cerca de unirse a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Muchos opinan que el debate sobre las armas está alimentado precisamente por esta organización y su dinero. La NRA supuestamente gastó cerca de 24 millones de dólares en las elecciones para el Congreso el año pasado, y una suma aún más grande en promover su 'lobby'.
"La industria de armas tiene un gran poder en el país y los políticos no se apresuran a pasar la legislación sobre control de armas porque temen perder sus puestos en el Congreso", explica el presidente de la organización Vamos Unidos USA, Juan José Gutiérrez.
A pesar de que las encuestas indican que la mayoría de los ciudadanos apoya algunas regulaciones a las armas, muchos creen que el Congreso no aprobará ninguna legislación sustancial propuesta por Obama.
Algunos legisladores incluso amenazaron con impugnar al presidente para proteger la Constitución. "Vamos a usar cualquier instrumento posible para luchar con la Administración que quiere abrogar la Constitución", dice Steve Stockman.
La polémica se intensifica a medida que se multiplican las víctimas de los tiroteos. Y las buenas intenciones de Obama poco a poco se desvanecen al tropezar con la pared armamentista. Por ahora, las ideas claras para el control de armas expresadas por los niños en sus cartas al presidente parecen quedarse en el aire.
La ex congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien recibió un disparo en la cabeza en 2011 y es conocida por su postura pro armas, esta vez instó al Senado a actuar para acabar con las masacres recurrentes. Cabe destacar que tanto la política como su marido son propietarios de armas y antes del tiroteo estuvieron muy cerca de unirse a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Muchos opinan que el debate sobre las armas está alimentado precisamente por esta organización y su dinero. La NRA supuestamente gastó cerca de 24 millones de dólares en las elecciones para el Congreso el año pasado, y una suma aún más grande en promover su 'lobby'.
"La industria de armas tiene un gran poder en el país y los políticos no se apresuran a pasar la legislación sobre control de armas porque temen perder sus puestos en el Congreso", explica el presidente de la organización Vamos Unidos USA, Juan José Gutiérrez.
A pesar de que las encuestas indican que la mayoría de los ciudadanos apoya algunas regulaciones a las armas, muchos creen que el Congreso no aprobará ninguna legislación sustancial propuesta por Obama.
Algunos legisladores incluso amenazaron con impugnar al presidente para proteger la Constitución. "Vamos a usar cualquier instrumento posible para luchar con la Administración que quiere abrogar la Constitución", dice Steve Stockman.
La polémica se intensifica a medida que se multiplican las víctimas de los tiroteos. Y las buenas intenciones de Obama poco a poco se desvanecen al tropezar con la pared armamentista. Por ahora, las ideas claras para el control de armas expresadas por los niños en sus cartas al presidente parecen quedarse en el aire.
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