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Nuevo escándalo mediático en EE.UU: El FBI espió a un periodista de Fox News
El FBI vigiló al periodista de la cadena estadounidense de noticias Fox News James Rosen durante una operación, realizada en 2010, para identificar a los responsables de la fuga de información secreta sobre Corea del Norte a la prensa.
Los agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) vigilaban la frecuencia de las conversaciones telefónicas del periodista James
Rosen con un empleado del Departamento de Estado, Jin-U Kim; controlaban a través de la base de datos la presencia física del periodista en la Oficina de Relaciones Exteriores de EE.UU. e incluso interceptaban en secreto su correo electrónico.
El diplomático Kim es sospechoso de haber proporcionado datos del informe secreto sobre Corea del Norte en los que la inteligencia confirmaba la posibilidad de las pruebas nucleares adicionales por parte de Pyongyang. Ahora el diplomático está bajo investigación y en el futuro su caso podría ser llevado ante una corte de justicia.
Sin embargo, Rosen se encontró en el centro de las sospechas de las autoridades estadounidenses, que le acusan de cometer delito tras haber publicado en sus reportajes los datos del informe secreto de la inteligencia.
"Nos indigna conocer que James Rosen fue calificado de cómplice criminal por simplemente ejercer su trabajo como periodista", dijo el vicepresidente de Fox News, Michael Clemente. Según Clemente, el incidente es un ataque contra lo que "hasta ahora siempre ha sido la libertad de prensa".
Últimamente desde EE.UU. llegan con frecuencia escándalos relacionados con escuchas telefónicas. La semana pasada el presidente de Associated Press (AP), Gary Pruitt, denunció que el Departamento de Justicia de EE.UU. grabó conversaciones de, al menos, un centenar de periodistas de forma secreta durante dos meses.
El diplomático Kim es sospechoso de haber proporcionado datos del informe secreto sobre Corea del Norte en los que la inteligencia confirmaba la posibilidad de las pruebas nucleares adicionales por parte de Pyongyang. Ahora el diplomático está bajo investigación y en el futuro su caso podría ser llevado ante una corte de justicia.
Sin embargo, Rosen se encontró en el centro de las sospechas de las autoridades estadounidenses, que le acusan de cometer delito tras haber publicado en sus reportajes los datos del informe secreto de la inteligencia.
"Nos indigna conocer que James Rosen fue calificado de cómplice criminal por simplemente ejercer su trabajo como periodista", dijo el vicepresidente de Fox News, Michael Clemente. Según Clemente, el incidente es un ataque contra lo que "hasta ahora siempre ha sido la libertad de prensa".
Últimamente desde EE.UU. llegan con frecuencia escándalos relacionados con escuchas telefónicas. La semana pasada el presidente de Associated Press (AP), Gary Pruitt, denunció que el Departamento de Justicia de EE.UU. grabó conversaciones de, al menos, un centenar de periodistas de forma secreta durante dos meses.
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