Sale a la luz otro caso de niño ruso asesinado por su familia adoptiva en Norteamérica
Un defensor ruso de los derechos infantiles ha sacado a la luz un nuevo caso de asesinato de un niño ruso que fue adoptado por una familia norteamericana.
“Se ha detectado una muerte de un niño llamado Alex de cuatro años de edad en Canadá. Fue matado a golpes por el novio de su madre adoptiva”, contó en su cuenta de Twitter Pável Astájov, representante del Kremlin para este ámbito.
La muerte del niño se produjo en 2002, al año siguiente de ser adoptado. El hombre fue declarado culpable de homicidio no premeditado.
Además, el defensor dijo que su grupo de monitoreo ha descubierto “nuevos casos horribles de maltrato, tortura violencia y abuso sexual de niños adoptivos en Estados Unidos”.
Este no es el único caso mortal dado a conocer en las últimas semanas. Durante seis años las autoridades estadounidenses guardaron silencio sobre la muerte de Isaák Dykstra, de año y medio de edad. El niño, oriundo de la región siberiana de Krasnoyarsk, murió después de pasar tan sólo tres meses en su nueva familia, en el estado de Iowa, en 2005. Un juzgado exculpó a su padre adoptivo de los cargos de asesinato premeditado.
Hasta el momento se conocen unas 20 muertes de niños adoptivos de origen ruso en EE. UU. Astájov insiste en imponer una moratoria sobre la adopción de niños rusos por estadounidenses hasta que se firme un acuerdo más riguroso sobre el control de tales familias por parte de las autoridades estadounidenses.
“América se muestra incapaz de cumplir con sus obligaciones ante los niños rusos”, dijo el funcionario.
Al menos 60.000 niños adoptados en Rusia viven en familias estadounidenses.