Un diálogo al estilo del cineasta Quentin Tarantino surgió durante una entrevista de Tucker Carlson al periodista británico Pierce Morgan, difundida este jueves.
"¿Puedes decir 'marica' frente a la cámara?", preguntó Carlson, a lo que Morgan contestó que no. "¿Por qué? ¿Es como atacar a los homosexuales? ¿Qué tiene de malo?", continuó. "En realidad, todo mi problema con todo el debate trans*, por ejemplo, es que no es necesario caer en decir cosas despectivas sobre las personas trans para señalar que los derechos de las mujeres deben protegerse", respondió Morgan.
"¿Usarías esa palabra?", preguntó Morgan al entrevistador, a lo que este respondió: "¿Marica? Lo acabo de hacer. Marica, marica, marica". "La estoy usando porque no tienes permiso de hacerlo", agregó. Frente a esto, Morgan argumentó que sí puede usarla, pero que elije no hacerlo, a lo que Carlson replicó retándolo a decir "amo a los 'gays'".
Antes de iniciar la discusión, Carlson contó la historia de una mujer que denunció a un hombre por golpearla, pero que terminó siendo arrestada luego de haberlo llamado "marica".
12.000 arrestos al año
En los últimos años, las denuncias por castigos provocados por comentarios en redes sociales han aumentado considerablemente en el Reino Unido. De acuerdo con un análisis de The Telegraph, la Policía británica realiza más de 30 arrestos diarios por publicaciones ofensivas en redes sociales y otras plataformas en línea, lo que equivale a 12.000 arrestos al año.
También existe un intenso debate sobre el número de incidentes de odio no delictivos documentados por los agentes. Se supone que esos sucesos solo deben registrarse cuando existe un riesgo de daño significativo, que podría derivar en un delito, y no solo porque alguien se sienta ofendido. Sin embargo, el año pasado, las fuerzas del orden de Inglaterra y Gales recopilaron más de 13.000 casos de ese tipo, lo que llevó a los activistas a advertir sobre el impacto negativo en la libertad de expresión.
Elon Musk ha sido uno de los críticos más activos de las políticas del Gobierno británico, incluyendo cómo este lidia con los temas de libertad de expresión. En una de sus explosivas declaraciones, el magnate pidió la "disolución del Parlamento" y el cambio del Gobierno a través de una videoconferencia como parte de una manifestación de extrema derecha en Londres.
*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.
