Aunque Teherán y Moscú siempre han mantenido buenas relaciones, las acciones de Occidente en el último año han impulsado al país persa a estrechar aún más lazos con la nación eslava, así lo sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, en una entrevista para The Economist publicada esta jornada.
"Irán y Rusia siempre han mantenido muy buenas relaciones. Nos han ayudado en muchos aspectos diferentes. Y hemos disfrutado de la cooperación en muchos campos diferentes incluso cuestiones militares", expresó el canciller reflexionando sobre el vínculo bilateral.
En este sentido, aseveró que Rusia apoyó a la República Islámica durante el intercambio de ofensivas con Israel, luego del ataque no provocado del país hebreo el pasado junio. "Los rusos nos ayudaron mucho durante la 'guerra de 12 días', y desde entonces hemos colaborado más que antes, por lo que puedo afirmar que ahora estamos aún más preparados" en caso de otro ataque israelí, sostuvo.
Asimismo, aseguró que, con sus ataques, Occidente le ha abierto los ojos a Irán. "Nuestra política siempre ha sido la de mantener relaciones equilibradas tanto con Oriente como con Occidente. Queremos ser un país verdaderamente independiente, y no depender de ninguna otra nación. Pero debemos reconocer que fueron los países occidentales quienes nos hicieron comprender que China y Rusia son mejores amigos que ellos".
'Guerra de 12 días'
La madrugada del 13 de junio, Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, lo que generó un intercambio de ofensivas con misiles y drones entre ambas naciones. Durante la llamada 'guerra de 12 días', los objetivos del país hebreo fueron las instalaciones nucleares de la República Islámica, comandantes militares, altos cargos, así como científicos nucleares. Varios de ellos fueron asesinados junto con familiares.
El enfrentamiento se intensificó cuando EE.UU. se unió a la agresión, atacando tres importantes instalaciones nucleares iraníes. Teherán respondió a la ofensiva estadounidense lanzando un ataque contra la base militar más grande del país norteamericano en Oriente Medio, ubicada en Catar. El 24 de junio, Tel Aviv y Teherán anunciaron un alto el fuego que puso fin a los enfrentamientos.
En respuesta a las repetidas afirmaciones del mandatario estadounidense de que los bombardeos de Washington habrían conseguido plenamente sus objetivos y habrían destruido la industria nuclear del país persa, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, manifestó a finales de octubre que eso solo era posible en "sus sueños".


