Opinión
Opinión
Oleg Yasinsky
Oleg Yasinsky, periodista ucraniano chileno, colaborador de los medios independientes latinoamericanos como Pressenza.com, Desinformemonos.org y otros, investigador de los movimientos indígenas y sociales en America Latina, productor de documentales políticos en Colombia, Bolivia, Mexico y Chile, autor de varias publicaciones y traductor de textos de Eduardo Galeano, Luis Sepúlveda, José Saramago, subcomandante Marcos y otros al ruso.
La democracia sin ética, sin educación ni cultura o libre acceso a diversas fuentes de información es como nadar en una piscina sin agua. O como con razón corregiría alguien, es el agua pero sin un mar ni piscina.
La canción rusa que en su traducción libre se llama muy imprecisamente 'Mi mermelada' o incluso aún más incorrecto 'Mua-mua', ya desde hace tiempo, está en la lista top de las reproducciones de TikTok, se encuentra entre las primeras cinco de Spotify y a pesar de los enormes esfuerzos de los grandes poderes occidentales para cancelar todo lo que tenga denominación de origen ruso, se hace viral en varios idiomas y en diversas latitudes.
Si hubiéramos llegado a este mundo desde otros tiempos o espacios, al leer algo así, seguramente nos imaginaríamos a EE.UU. en llamas, atacado por las salvajes hordas rusas y palestinas.
Ahora, cerrando el ciclo de los tiempos aquellos, Joan también se convierte en parte de algo que defendió tanto: nuestra memoria. Nuestra agradecida y porfiada memoria.
A pesar de la tecnología, el reconocido brillo intelectual, los presupuestos y los esfuerzos del Departamento de Estado de EE.UU. y la OTAN, la humanidad algún día vencerá.
Alekséi Arestóvich es un absurdo creado para el público idiotizado por un poder que usa los medios de comunicación como droga, generando la dependencia y las ilusiones. Es un diagnóstico. Es un candado para que el pueblo nunca se organice.
Ahora la Asamblea General de la ONU una vez más casi por unanimidad vota por poner fin a uno de los más largos crímenes de la historia moderna. Muchas personas honestas de diferentes ideas políticas, credos y filosofías dirán su no al bloqueo. Una vez más la voluntad de la enorme mayoría de las naciones será ignorada.
No hay guerra más híbrida que esta, en la que la prensa controlada por las corporaciones muestra imágenes desgarradoras de personas que mueren de hambre solo para fines publicitarios de organizaciones humanitarias o para condenar las políticas de ciertos gobiernos de países del tercer mundo totalmente dependientes del poder corporativo.
El monstruo Hamás fue deliberadamente alimentado por las políticas del Estado israelí y planeado con el apoyo de sus servicios de inteligencia. En un país sin muros, sin 'apartheid' absoluto y sin el odio mutuo, interno, omnipresente y de Estado, que se convirtió en la norma, no sería posible ningún Hamás.
El crematorio de hoy listo para su funcionamiento lleva el nombre de Gaza, y Oriente Medio se asfixiará con su humo.
Rehenes de sus respectivos gobiernos, los pueblos palestino e israelí se han convertido en esclavos de su propio odio, que parece estar desparramado en el aire tanto en Israel como en la Franja de Gaza.
Inmediatamente después del asesinato del Che Guevara, el mundo volvió a ser el mismo de antes. Su cuerpo inmóvil, limpio de sangre e incluso bañado, ocupó un lugar privilegiado en una mesa-pedestal de una lavandería de Vallegrande, en Bolivia.